Xabi y Xavi tal para cual

Madrid- Con Xabi y Xavi el fútbol en más fácil. Ambos son los guías espirituales de sus equipos, dos jugadores imprescindibles sobre los que recaerá gran parte del peso del clásico. Son dos futbolistas que demuestran que no hace falta marcar goles para ser casi insustituible. Así, insustituible, aunque con un «casi» delante, definió hace pocos partidos José Mourinho a Xabi Alonso. El tolosarra apenas descansa, pero contra el Sporting, la última jornada de Liga, lo hizo casi por «obligación». Estaba a una tarjeta de la sanción y la forzó para no perderse el clásico. Lo protegieron. Antes de eso sólo había faltado diez minutos en toda la competición. Xabi hace fluir a sus compañeros. Sus cambios de juego y pases en largo van al pie o son perfectos para que los rápidos delanteros madridistas aprovechen los espacios. Es uno de los que más se divierte del equipo porque nadie toca la pelota más que él. Pero a parte de eso también aporta equilibrio, colocación e inteligencia para hacer la falta adecuada en el momento oportuno. En el partido de ida de la Supercopa contra el Barça marcó un gol. Tiene ascendencia en el grupo y mucho peso en el vestuario. Será una leyenda blanca.

Xavi ya lo es en el Barcelona. Con el de hoy cumplirá su partido número 600 con la camiseta azulgrana, más que nadie en la historia. A Xavi le está llegando el reconocimiento una vez superada la treintena. Fue segundo en el último Balón de Oro y está entre los tres finalistas para el de este año. Guardiola no quiso ni compararse con él: «Ya me ha superado», dijo hace tiempo. Contra el Madrid, el «6» del Barça ha vivido algunos de sus mejores momentos, aunque siempre destaca el carácter indomable de su eterno rival. Le ha marcado goles importantes a su amigo Casillas y a veces lanza algún mensaje. «Espero que esta vez se hable de fútbol y no de patadas», ha dicho esta semana.