Dormidos al volante

Pérdida de concentración. Picor de ojos y visión borrosa. Calambres o dolor de espalda. Y, finalmente, somnolencia. El exceso de velocidad, la ingesta de alcohol y las distracciones son los peores compañeros de viaje de todo conductor. Pero no son los únicos. El pasado año, el cansancio y el sueño provocaron que 149 personas perdieran la vida en las carreteras. Y, aunque es un número elevado, la cifra podría haber sido más trágica: alrededor de un 75 por ciento de los conductores españoles reconoce haber sufrido episodios de sueño mientras conducía. En este sentido, superamos sobremanera a los países de nuestro entorno, donde sólo un 47 por ciento afirma haber sentido somnolencia durante un viaje.

Ésta es la principal conclusión del «Estudio europeo de fatiga y conducción 2011», realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE) en colaboración con la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes (Anfabra). Y es que el informe ha sido presentado dentro de una nueva edición de la campaña «Un refresco, tu mejor combustible», que trata de concienciar a los conductores sobre la necesidad de hidratarse durante los largos desplazamientos en verano y de que el consumo de una bebida –no alcohólica, claro está– ayuda a mantener la atención al volante.

Con experiencia
«La fatiga es la cuarta causa de mortalidad en nuestras carreteras. Y lo importante es detectar los síntomas», afirmó ayer Ramón García Moliner, presidente del RACE. El estudio se basa en las respuestas de mil conductores –la mayoría con más de 15 años de experiencia al volante– de España y otros diez países de nuestro entorno. Aparte de la somnolencia, hay otras amenazas presentes: la pérdida de concentración –un 60% de los españoles y un 75% de los europeos la padecen–; la necesidad de moverse en el asiento –81% de los españoles y 51% de los conductores de nuestro entorno– o los calambres musculares y el dolor de espalda –39% de los españoles y 26% de los conductores europeos–. Hay que tener en cuenta que los accidentes mortales y los fallecidos en carretera por fatiga y/o somnolencia aumentaron en 2010 en nuestro país un 7,2 por ciento.

Desde el RACE, Antonio Lucas, coordinador de Seguridad Vial, recordó la necesidad de parar cada 200 kilómetros o 2 horas de conducción. Algo que no todos cumplen: el 55 por ciento de los españoles para cada dos horas de conducción, y el 33 por ciento, cada tres horas. Con todo, en este sentido somos más precavidos que nuestros vecinos. «Si aumentamos el tiempo de conducción durante más de dos horas, perdemos un 30% de atención a las señales», afirmó Lucas. Es entonces cuando vemos disminuida nuestra capacidad de reconocer el entorno y tomar decisiones correctas, aumentando así los errores de percepción de distancias y velocidades. ¿El resultado? La probabilidad de sufrir un accidente crece un 12 por ciento.

Una frenada de 18 coches
Consecuentemente, el tiempo de respuesta también aumenta: «Si conducimos descansados, somos capaces de frenar con anterioridad una distancia equivalente a 18 coches», añadió Lucas. Una de las causas principales para que se dé ese peligroso cansancio, recordó el RACE, reside en que no son pocos los españoles –un 35 por ciento– que emprenden un largo viaje justo después de haber terminado su jornada laboral, lo que puede pasar factura. «Aunque no esté sujeta al carné por puntos ni a una sanción, la fatiga parece haber aumentado entre los conductores», señaló.

Por ello, cada parada de descanso debe durar un mínimo de 15 minutos, en los que se puede estirar las piernas, dar un paseo, hacer estiramientos o ingerir un refresco que aporte glucosa para mejorar nuestra atención cerebral.

«La Seguridad Vial es un problema de todos, que no está en manos sólo del Gobierno», afirmó durante la presentación el director general de la DGT, Pere Navarro. «Dormimos menos y dormimos peor, quizá por la sociedad que hemos creado», añadió Navarro, que consideró que, en el tema de la fatiga, hay que tener especial cuidado con los conductores de más de 65 años, «que representan un 11 por ciento del total». Navarro señaló la importancia de tomar precauciones, sobre todo en esta época. «Después de un accidente, no sólo se ha acabado el verano, sino que nada vuelve a ser igual que antes», recalcó.