Argentina

Querían el ramo de Lolita para la Duquesa de Alba por Jesús Mariñas

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Más que bodón feliz, el enlace de Lolita y Pablo Durán parecía una reunión de alta seguridad, no fuesen a jorobarles la exclusiva que mañana adelanta «¡Hola!» con un extra de casi treinta páginas. La revista echó el resto en un despliegue de equipo. Se notó la dirección de Eduardo Sánchez Junco, que tuteló una información por la que dicen que pagó unos 600.000 euros. Cuando esté en los quioscos descubriremos el vestido neohippy de Pronovias de la artista, modelo en un blanco roto entre marfil y rosa palo. Comprobaremos también el buen corte del traje blanco «como de indiano» de Pablo Durán, trémulo contrayente que lucía un broche llevado por Massiel: una flor en oro cuyos pistilos eran diez minirrubíes: «Lo compré para mi madre hace años,y ella me lo dio esta mañana sin haberlo estrenado: oro por América y flor por el apellido, no puede ser más simbólico», exaltaba. Lolita fue sin flores en el pelo. Maquillaje leve remarcado por una coleta «como de gitanita» y recogido lateral. Ni velo, tampoco mantilla, «que es muy antigua», remarcaba Tomasito, su modista casero que también lo fue de Carmina.Cuando la novia llamó a las solteras para lanzarles el ramo, César Cadaval, de Los Morancos, soltó una de las suyas: «Un momento, un momento, ¡que falta Cayetana!». Y todos siguieron con la guasa sobre el noviazgo de la Duquesa. También se bromeó sobre el tarjetón con la prohibición casi castigable de usar portátiles. La tarta fue exhibida sólo para la foto y reservada para la cena, y las milhojas fue el postre del almuerzo. El «Paco, Paco» de Encarnita Polo, que asistió de negro, se convirtió en himno exaltador de «Pablo, Pablo», coreado por Alba y Elena Furiase, que oficializó su noviazgo con el sobrino de Perugorría. Todos añoraron la ausencia de Guillermo Furiase, que marchó a Argentina ante la débil salud de su madre. Marina Danko sobresalió por bellezón y Bibiana destacó con un Dior y guantes blancos. Marta Sánchez resplandeció en un Lorenzo Caprile color maquillaje romanticón, y la vizcondesa de Villamiranda, con un sastre verdoso. Ostos y Palomo Linares fueron la representación taurina, porque el gran Curro Romero no recibió invitación y dejó a Carmen Tello con traje sin estrenar. Y eso que Lolita invitó de palabra, la faraona era casi comadre del maestro de Camas. Rossi de Palma y El Golosina sacaron partida como largones en «Sálvame». Encarnita lo hizo en «DEC».