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El bifronte

La Razón
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La noticia revelada ayer por el gran Jesús María Zuloaga en este periódico proporciona el peor veredicto sobre la catadura moral de José Luis Rodríguez Zapatero. Cuando el ahora presidente llegó al poder, hubo quien creyó que era Bambi y que pecaba de ingenuidad debido a sus ideales sociales. Lo cierto es que, ya en 2000, sólo pensaba en el poder, y estaba dispuesto a mentir para conseguirlo. Por eso fue capaz, como desvelaba ayer La Razón, de relacionarse a la vez con ETA y Aznar. Mientras firmaba el Pacto Antiterrorista con éste –a instancias propias– buscaba el contacto con la banda a través de Eguiguren y Julen Madariaga. Algún día sabremos qué le prometió a los asesinos para que éstos confiasen en él, estando como estaba en la oposición y muy lejos de tener expectativas de gobierno. A la luz de los papeles de Thierry, se exige a Zapatero que aclare si es o no cierto que siguió negociando con ETA después del atentado de la T4. Si anteayer tenía dudas, ayer La Razón me las despejó: el presidente es bifronte, un competente mentiroso, maestro en jugar a dos bandas, sean éstas su patria y ETA o los terroristas y Aznar. En 2000 inició un camino que explicaría muchas cosas escandalosas, desde el cese de Eduardo Fungairiño al frente de la Audiencia Nacional hasta el circo con De Juana Chaos o el caso Faisán. Un proceso con tentáculos judiciales, policiales y políticos que nos ha envilecido a todos. Me pregunto cuánto tardará España en recuperarse de este hombre.