Aprendiz de Cesc

Sin embargo, Wilshere es un «gunner» de nacimiento. Nació en el barrio de Islington, cerca de donde se levantaba el mítico estadio de Highbury, y desde los nueve años pertenece a la cantera del Arsenal. Un caso tan extraño como el de John Terry en el Chelsea. El símbolo del equipo de Abramovich es el único canterano que ha llegado al primer equipo y ha tenido continuidad en Stamford Bridge en los últimos años. Wilshere sólo abandonó el Arsenal para jugar durante unos meses en el Bolton y disfrutar de los minutos que no tendría en el equipo de Wenger.

Eso fue hace poco más de un año y Wilshere ha regresado convertido en el jugador que esperaba Wenger. El mediocentro perfecto para iniciar el juego del equipo. «Es sorprendentemente maduro, se te olvida la edad que tiene cuando le ves jugar», dijo su entrenador cuando lo hizo debutar en el primer equipo durante el verano de 2008. «Yo no miro demasiado su edad, sí lo que hace sobre el terreno de juego, y lo que está haciendo ahora es bueno», comentó después de un amistoso contra el Real Madrid. «Juega porque es suficientemente bueno y se lo merece», dijo ayer.

Wilshere, que el día de Año Nuevo cumplió 19 años, es ahora un jugador imprescindible para su equipo y está más cerca de alcanzar a su ídolo, Cesc Fábregas. «Es el modelo a seguir y el jugador en el que fijarme diariamente. Desde que tenía 16 años fue alguien a quien admirar, sobre todo siendo el tipo de jugador que soy yo y ocupando la misma posición en la que yo juego», ha reconocido el joven centrocampista inglés. «Fábregas es un líder y yo quiero ser así cuando sea mayor. Mi objetivo es llegar a ser el capitán de este club», asegura.

Wilshere está en el buen camino. Después de jugar poco más de 40 partidos en Primera División, Fabio Capello ya le ha hecho vestirse en dos ocasiones con la camiseta de la selección inglesa. Cesc tiene heredero.