Estados Unidos
Obama: «Es tiempo de pasar página en Irak»
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó hoy que el final de la guerra de Irak, que proclamará en un discurso a la nación, no debe llevarle a "cantar victoria"o caer en la "autocomplacencia", porque queda mucho por hacer en el país árabe.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se desplazó ayer por la mañana a Fort Bliss (Texas) para saludar a sus soldados horas antes de pronunciar el esperado discurso desde el Despacho Oval con el que dio por terminada la misión de combate en Irak.
Obama siempre ha sorprendido a su cúpula militar con preguntas en torno al estado de sus tropas en sus reuniones regulares de estrategia sobre las misiones de Irak y Afganistán. Se dedica por las noches a mirar en Internet en diferentes organizaciones el número de bajas entre las filas estadounidenses de las distintas guerras.
Y realiza visitas sorpresa al Walter Reed Center, buque insignia de los hospitales militares de Estados Unidos. Allí, se encuentra con soldados que han sufrido dobles y hasta cuádruples amputaciones de sus miembros.
Por la noche, el lenguaje de su intervención, la segunda desde el Despacho Oval tras la del desastre de BP, fue medido al milímetro. Obama se cuidó mucho de proclamar cualquier victoria de una guerra para la que siempre tuvo duras críticas cuando era senador de Illinois y candidato a la Presidencia. Ya lo advirtió en El Paso (Texas) cuando fue a visitar a sus soldados: «El discurso no va a ser autocomplaciente».
Desde el Despacho Oval destacó que «en este notable capítulo de la historia de Estados Unidos e Irak, hemos cumplido con nuestra responsabilidad. Ahora es el momento de pasar la página. Esta noche [por ayer], anuncio que la misión de combate de Estados Unidos en Irak ha concluido. La Operación Libertad Iraquí ha terminado. Ésa fue mi promesa al pueblo estadounidense como candidato a la Presidencia», remató Obama.
«Pero este momento histórico debe servir como recordatorio para todos los estadounidenses de que nuestro futuro está en nuestras manos si avanzamos con confianza y determinación. También debe ser un mensaje al mundo de que Estados Unidos tiene la intención de retener y fortalecer su liderazgo en este nuevo siglo», hizo hincapié.
En un guiño a los políticos demócratas que le han pedido en diferentes ocasiones que centre sus mensajes en la economía, quiso recordar que «hoy, nuestra tarea más urgente es nuestra recuperación económica y hacer que millones de estadounidenses que han perdido su empleo vuelvan a trabajar». Desde su partido, los congresistas y senadores, que se enfrentan a unas duras elecciones en noviembre, le han recordado que debe hablar en sus intervenciones de la creación de empelo, que es lo que más importa a los votantes.
50.000 soldados hasta 2011
Ahora, en Irak sólo queda un reducto de 50.000 soldados estadounidenses, que tendrán que haber abandonado el país antes del 31 de diciembre de 2011. Con el discurso de ayer, cumplió la promesa de 2007, cuando se compremetió a traer las tropas a casa. Pero el escenario de los últimos meses ha sido diferente al que entonces pisaban los militares estadounidenses. Las crónicas de guerra de aquel año se relataron con ataques cruentos contra las Fuerzas Armadas de la coalición. En cambio, los últimos efectivos desplegados han llevado una misión que ha provocado bastantes menos bajas.
Los soldados temen ahora Afganistán. Y fueron los fantasmas de esta misión los que planearon ayer sobre Obama durante su discurso. El propio líder demócrata indicó por la mañana en su visita a la ciudad texana de El Paso que queda «por delante una dura lucha en Afganistán».
Esta operación puede convertirse en el «Irak de Obama». Precisamente, el presidente de Estados Unidos criticó en su día que la guerra emprendida contra el régimen de Sadam podía conducir a una ocupación de duración, coste y consecuencias indeterminadas. Y esto es lo que le podría ocurrir a él en Afganistán.
En el que fue su sexto viaje a Irak, el vicepresidente de EE UU, Joe Biden, se encontró ayer con el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki; el presidente del país, Jalal Talabani, y otros políticos iraquíes. Durante su visita oficial para la ceremonia de cambio de mando, el «número dos» de la Casa Blanca aprovechó para acusar a los medios de comunicación de exagerar la violencia y situación de crisis que se vive en Irak.
El primer ministro iraquí saliente, Nuri Al Maliki, declaró que «Irak es hoy soberano e independiente» con el fin oficial de la misión de combate estadounidense en el país árabe, iniciada tras la invasión de marzo de 2003. «Iraquíes, tenéis una cita con una nueva fiesta nacional en la que recuperáis la soberanía de vuestro país y dibujáis su futuro con vuestras manos», dijo al Maliki en un discurso televisado dirigido a la nación, menos seguido que el del presidente norteamericano.
«Nuestras Fuerzas de Seguridad han conseguido en un tiempo récord, en comparación con la crueldad de los ataques terroristas, grandes victorias, así como recuperar la soberanía del país, imponer su autoridad y lograr la estabilidad», afirmó Al Maliki. Hoy empieza «Nuevo amanecer».
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