El Rey abdica
OPINIÓN: Buenas intenciones
Un dicho popular afirma que el infierno está lleno de buenas intenciones. Siempre que tratemos con otras personas debemos pensar no sólo en el mensaje que queremos transmitir, sino en cómo lo estamos transmitiendo.
Una frase mal estructurada puede convertir unas palabras de ánimo o aliento en un golpe moral para la persona a la que queríamos animar. Este problema puede agravarse todavía más si existe alguna relación de autoridad como la de un padre con su hijo o la de un jefe con su empleado.
Por ello, debemos de ser cautelosos con nuestras palabras y asegurarnos que el mensaje que enviamos, es el que pretendemos enviar.
Un compañero que trabaja como «coach» interno, por lo que comparte empresa con sus «coachees», me comentó que un viernes recibió una llamada de uno de ellos. Tenía un tono de voz de estar bastante afectado. «Necesito que me ayudes. Esta mañana le he dicho a mi jefe que me encontraba desmotivado y sin ánimo para desempeñar bien mi trabajo.
Su respuesta fue que cogiese mis cosas y me fuese a mi casa. Contrariado y dolido por la contestación, le he preguntado si volvía el lunes y me ha sorprendido con un ‘naturalmente que sí, ¿por qué no ibas a volver?, ¿es que no estás a gusto trabajando con nosotros?'».
El «coachee» no lograba entender qué mensaje le estaba transmitiendo su jefe. ¿Era de ánimo o de reproche? Mi colega sí lo entendió. Sabía que el jefe directo de su «coachee» no era muy diestro en recursos humanos y que su intención era positiva. Quería decirle al empleado que se tomase lo que quedaba del viernes de fiesta, que se relajase y buscase algo que le subiese el ánimo y le tranquilizase. Pero sus palabras fueron, quizás, las peores que podría haber elegido, ya que provocó en su empleado todo lo contrario a lo que pretendía conseguir.
Para evitar casos como este, es conveniente asegurarse de que el receptor entiende el mensaje tal y como se pretende transmitir, lo que se conoce como «feedback». Una pregunta oportuna, fijarse en las reacciones del interlocutor y repetir con otras palabras el mismo mensaje, son herramientas sencillas y adecuadas para comprobar si el mensaje se está interpretando correctamente.
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