Barcelona

Duran pide votar a CiU para «hacer historia»

FICHALUGAR: Pabellón italiano de la Fira.ASISTENCIA: 3.500 personas.PARTICIPANTES: Josep Antoni Duran Lleida (candidato de CiU a las generales), Artur Mas (presidente de la Generalitat), Jordi Pujol (ex presidente de la Generalitat) y los cabezas de lista de CiU de todas las provincias.

Duran cerró la campaña en el pabellón italiano de la Fira ante una nube de banderas catalanas
Duran cerró la campaña en el pabellón italiano de la Fira ante una nube de banderas catalanaslarazon

BARCELONA- Es difícil improvisar nuevas ideas después de una larga, larguísima campaña electoral, incluso aunque ayer fuera el último día. Josep Antoni Duran Lleida fue el primer candidato en ser proclamado a las generales, y ya durante el verano se dedicó con intensidad a preparar la cita de este domingo. Todo ello con la convicción de que la tendencia ganadora de Convergència i Unió –vencedora de las últimas autonómicas y de las últimas municipales– podía propulsarle a la primera victoria en unas generales en Cataluña. Su convicción, según dice, sigue en pie y, por eso, aprovechó su última intervención para que invitar a los catalanes a «hacer historia» el 20-N y convertir a CiU en ganadora.

Los nacionalistas celebraron su último acto en el pabellón italiano de la Fira de Barcelona. Cientos de personas –3.500, según la organización– llenaron el recinto. No faltaron históricos como Miquel Roca, ni recién salidos de la primera línea política como David Madí. Ambos quisieron arropar al candidato en su mitin final.

«Autoridad moral»
La defensa de los intereses de Cataluña fue el hilo conductor de la decena de intervenciones. Jordi Pujol realizó su clásico ejercicio de memoria, el de recordar la resistencia catalana en tiempos de la Loapa, y Artur Mas se centró en pedir un apoyo mayoritario para CiU para tener «autoridad moral» de cara a Madrid.Probablemente, el presidente de la Generalitat fue el más optimista de todos los que tomaron palabra en un auditorio repleto de senyeres. Mas imaginó cómo va a ser el domingo por la noche en Génova (sede del PP), Ferraz (sede del PSOE) y en el hotel Majestic (sede electoral de CiU). «Euforia» en la primera, «caras largas y cuchillos afilados» en el PSOE, y «alegría y cava catalán» en el imponente edificio de paseo de Gràcia con Valencia, donde los nacionalistas festejan todas las elecciones.

Desayunará con el equipo de campaña para analizar las perspectivas. Por la tarde, Duran estará con su familia y optará por cine o DVD.

Mas se sumó a la porra que organizan las periodistas y dejó constancia de su optimismo apostando, igual que Duran, que CiU empatará a 15 diputados con el PSC con la esperanza de que los nacionalistas lograrán más votos.

Pero para que corra el cava en el Majestic, para que CiU logre esa victoria histórica que ninguna encuesta pronostica, va a hacer falta un comportamiento inédito de los catalanes mañana en las urnas. Duran es muy consciente de que sólo con voto prestado puede romper la «maldición» de las sempiternas victorias del PSC. De ahí su llamamiento a «los votantes socialistas decepcionados, a los jóvenes que votan por primera vez, a los votantes del PP que ya saben que Rajoy va a gobernar y a los soberanistas pragmáticos». A todos ellos les reclamó su apoyo para que el catalanismo político se imponga por primera vez en unas elecciones generales en Cataluña.

Se acabó la campaña no sin lamentos de último minuto. Primero porque un activista antitaurino interrumpió a Duran durante su intervención en el mitin final reivindicando la abolición de los «correbous»; y, segundo, porque, a su entender, ésta ha sido «una de las campañas más sucias» de los últimos tiempos. Con todo, la batalla se prevé muy reñida en Cataluña.