Europa

Bruselas

Un verano a dos velocidades

La crisis del euro obliga a los líderes del sur de Europa a suspender o reducir sus vacaciones mientras sus homólogos del norte disfrutan de su tradicional descanso

Rajoy, sin apenas descanso en un mes de intenso trabajo y proyectos
Rajoy, sin apenas descanso en un mes de intenso trabajo y proyectoslarazon

ESPAÑARajoy, sin apenas descanso en un mes de intenso trabajo y proyectosEl de este año no será, ni mucho menos, un verano tranquilo para el presidente del Gobierno. Ya avisó de que estaría prácticamente todo el verano al pie del cañón y que durante este mes de agosto su Gabinete no dejaría de trabajar para preparar el duro otoño que se le plantea al Ejecutivo. Y es que a Mariano Rajoy le quedan otros dos Consejos de Ministros este mes –los días 24 y 31– y muchas medidas, leyes y reformas que estudiar de cara al próximo periodo de sesiones.Sin embargo, el presidente del Gobierno decidió tomarse una semana de vacaciones en su tierra natal, Galicia, donde trató de descansar y reponer fuerzas, aunque tampoco durante su estancia se olvidó del trabajo y los problemas. Desde Sanjenjo (Pontevedra) ha conversado con la canciller alemana, Angela Merkel, o con el presidente estadounidense, Barack Obama, al tiempo que ha estado pendiente de todo lo que ocurría en Madrid y, sobre todo, en Europa, pues en la mente de todos está la posibilidad de que el BCE actúe comprando deuda española, de una posible intervención, de nuevos acuerdos... Todo está sobre la mesa. De momento, tras su descanso, este mes Rajoy despachará con el Rey en Palma el próximo martes y, acto seguido, preparará los dos Consejos de Ministros, a los que tiene pensado llevar una serie de leyes reformistas de la agenda del segundo trimestre. Junto a ello, el Ejecutivo también tiene pensado acordar en la última de las reuniones las condiciones para la creación de un banco malo.Pero, además de todo esto, el Ejecutivo también tiene entre sus tareas pendientes terminar los Presupuestos Generales de 2013 –que volverán a ser un quebradero de cabeza– o el plan presupuestario bianual exigido por Bruselas.


ALEMANIA
Merkel medita en Italia el futuro de la moneda única
Angela Merkel, que hace un año se quejaba de que portugueses, españoles y griegos disfrutaba de más vacaciones que los alemanes, disfruta de un merecido descanso de quince días. La dirigente más poderosa de Europa, que se mantiene en contacto telefónico con otros líderes europeos, ha pedido expresamente a sus ministros que no la molesten excepto en situaciones extremas. Como es habitual, la canciller alemana comenzó sus vacaciones en el Festival de Bayreuth, dedicado al repertorio de Wagner, y después se trasladó junto a su marido a la localidad de Solda, en los Alpes italianos, donde le gusta practicar senderismo. Tal vez el aire puro de la montaña la inspire para afrontar el duro curso político que se le viene encima. Mientras todos los europeos esperan que cumpla sus compromiso de «hacer todo lo que sea necesario para salvar el euro», en el terreno político afronta unas elecciones federales en septiembre de 2013 que pueden obligarla a cambiar de socios de coalición. La crisis de los liberales hace vislumbrar una reedición de la Gran Coalición con los socialdemócratas. Mientras, la alta popularidad que goza ahora entre sus conciudadanos puede verse truncada si la recesión económica termina llegando también a Alemania.


FRANCIA
El «presidente normal» descansa en una residencia oficial en la Costa Azul
En su empeño por mostrarse como un «presidente normal», François Hollande ha elegido el fuerte de Brégançon, una residencia oficial en la costa azul francesa, para pasar sus primeras vacaciones como inquilino del Elíseo. Un austero descanso en comparación con su antecesor, Nicolas Sarkozy, más aficionado a los «jets» privados y a los cruceros de sus amigos. Acompañado por su pareja, la periodista Valéry Trierweiler, Hollande ha disfrutado como uno más de la costa mediterránea saludando a diestro y siniestro a unos sorprendidos bañistas. El jefe de Estado francés ha impuesto a los ministros la misma consigna: unas vacaciones austeras y en territorio francés. Desde la oposición conservadora, sin embargo, se ha criticado que el dirigente socialista haya cargado al erario público su descanso estival en vez de abonarlo de su propio bolsillo. Con todo, Hollande tuvo que interrumpir ayer sus tres semanas de playa para acudir a un homenaje a un soldado francés muerto en Afganistán. A su vuelta a París le aguarda al presidente una intensa agenda legislativa para cuadras las cuentas públicas y cumplir sus promesas electorales.


ITALIA
El ajetreado verano de Monti
Desde que Mario Monti está al frente del Ejecutivo italiano, el país transalpino ya no es lo que era. Con una forma de gobernar en las antípodas del imprevisible Silvio Berlusconi, «Il Professore» ha imprimido su sello personal a la política italiana. Tal vez consciente del mucho trabajo que le queda por hacer todavía y del poco tiempo del que dispone antes de que se convoquen las elecciones generales la próxima primavera, Monti ha optado por tomarse unas vacaciones de sólo seis días en la casa que su mujer tiene en la localidad de Solcio di Lesa, al norte del país. Tal vez en la tranquilidad de las aguas del lago Maggiore, el jefe de Gobierno encuentre la inspiración suficiente para convencer a sus socios europeos para encontrar una salida a la crisis de la deuda, que ha puesto a Italia y a España en la cuerda floja en los mercados y, si no mejoran las cosas, ante la necesidad de pedir un inminente rescate financiero. La intensa actividad legislativa del Gobierno tecnócrata ha obligado al perezoso Parlamento italiano a retrasar sus vacaciones, ya que no encuentra horas suficientes para dar luz verde a las reformas que Italia lleva demorando tantos años. Antes de iniciar sus vacaciones, el ex comisario europeo de Competencia y Mercado Interior ha tenido tiempo de emprender una gira relámpago por Francia, Finlandia y España para cumplir los compromisos que los líderes de la UE acordaron en la Cumbre de Bruselas de junio. Consciente del riego de división que la crisis está creando en Europa, Monti advierte a Berlín de que su intransigencia puede contribuir a que proliferen –como ya lo están haciendo– los sentimientos anti euro en Italia y otros países mediterráneos.


GRECIA
Un Gobierno abierto por vacaciones
Grecia, epicentro de la crisis del euro, no está para vacaciones. Eso ha debido pensar el primer ministro, Antonis Samaras, quien además no puede viajar en avión pues ha sido operado de un desprendimiento de retina. El líder conservador ha ordenado a sus ministros que acudan puntualmente a sus despachos a trabajar. Y es que el Gobierno que salió de las elecciones anticipadas del 17 de junio tiene la ardua tarea de convencer a la troika (Comisión Europea, FMI y Banco Central Europeo) de que Atenas está comprometida realmente a cumplir con las condiciones impuestas a cambio de recibir en septiembre el próximo tramo del segundo rescate financiero. Antes de que la troika visite el país el próximo 27 de agosto, los tres partidos de la coalición –los conservadores de Nueva Democracia, los socialistas del Pasok y los izquierdistas de Izquierda Demócrática– deben ponerse de acuerdo sobre dónde aplicar la tijera para recortar 10.500 millones de euros. Samaras tiene previsto viajar a Francia y Alemania a finales de mes para salir al paso de las nuevas especulaciones sobre una inminente salida de Grecia del euro. Una hipótesis a la que Citigroup concede un 80% de probabilidades. Asimismo, los diputados, que tradicionalmente disfrutaban de dos meses de vacaciones, tendrán que conformarse este año con diez días.


PORTUGAL
El austero descanso de Passos Coelho
Portugal, otro de los países rescatados por la UE con un préstamo de 78.000 millones de euros, también se ha visto obligado a acortar sus vacaciones estivales. El primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, ha hecho un llamamiento a todos los miembros de su Gabinete para que se tomen unas vacaciones austeras en el territorio portugués y permanezcan siempre disponibles para volver inmediatamente a Lisboa. Para dar ejemplo, Passos Coelho disfruta de un modesto descanso de dos semanas en Monta Rota, una tranquila localidad turística cercana a Faro, al sur de Portugal. A finales del mes de agosto, la troika tiene previsto viajar al país para estudiar la marcha del duro programa de austeridad puesto en marcha por el Ejecutivo. En su último informe, el FMI advirtió de la buena marcha de las reformas en Portugal, pero advirtió de que la reducción de la recaudación fiscal, resultado del fuerte recorte del gasto público, puede impedir a Lisboa cumplir el objetivo del 4,5% de déficit comprometido para 2012. Pese a las impopulares subidas de impuestos y las reducciones de los gastos sociales, el Ejecutivo conservador se mantiene en cabeza en los sondeos.


FINLANDIA
El verano triple A de Katainen
La crisis del euro se ve de forma muy distinta desde Finlandia, el único Estado miembro de la eurozona que conserva la máxima calificación crediticia –triple A– con perspectiva estable. Con una prima de riesgo que el pasado viernes cerró a 9 puntos, el primer ministro, Jyrki Katainen, ha podido disfrutar de un merecido descanso en julio, el tradicional mes de vacaciones en los países nórdicos, y ya se encuentra de vuelta al trabajo en Helsinki. El líder conservador, firme aliado de la política de austeridad defendida por Angela Merkel, ha descansado en Finlandia y ha pasado junto a su familia dos semanas en la ciudad balnearia turca de Side. Antes de regresar a su despacho, también acudió a Londres para animar a los deportistas finladeses que compiten en los Juegos Olímpicos. Con todo, la crisis de la deuda también obligó al Parlamento finlandés (Eduskunta) a interrumpir sus vacaciones en julio para aprobar el rescate bancario concedido a España (100.000 millones de euros). Para que ello fuera posible, los Gobiernos de Madrid y Helsinki tuvieron que pactar previamente un acuerdo por el que el Estado español garantizaba a Finlandia su aportación. Como Berlín, el Gobierno finlandés, una coalición de seis partidos políticos, se opone a que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) compre deuda de España e Italia.