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El Papa aboga por un reencuentro con el cristianismo en China

El Papa Benedicto XVI dijo hoy que "un encuentro renovado con el cristianismo aportará abundantes frutos de bien"a la China y, como en tiempos del jesuita Matteo Ricci, "favorecerá una convivencia pacífica entre pueblos".

El Papa intervino hoy en la IV centenario de la muerte de misionero jesuita Matteo Ricci (Macerata 1552-Pekín 1610), quien para hacer conocer la fe cristina aprendió chino y cuya labor supuso el mayor intercambio cultural entre Europa y China hasta aquel momento.Ricci, conocido en China como "el sabio europeo", enseñó matemáticas, cartografía y astronomía a los intelectuales chinos."Yo también -dijo el Papa- como el padre Matteo Ricci, expreso hoy mi profunda estima al pueblo chino y a su cultura milenaria, convencido de que un renovado encuentro con el cristianismo, aportará frutos abundantes de bien y, como entonces, favorecerá una convivencia pacífica entre los pueblos".Benedicto XVI recordó cómo el misionero logró, "haciéndose chino entre los chinos", abrir una encuentro a través de su mensaje de fe, que se convierte también "en un diálogo entre culturas"."Un diálogo desinteresado, libre de ambición económica o política por el poder, vivido en la amistad lo que hace que la obra del Padre Ricci y sus discípulos sea uno de los momentos más álgidos y felices en la relación entre China y Occidente", refirió.La admiración por el jesuita, subrayó el Papa, "no nos hace olvidar el papel y el influjo de sus interlocutores chinos".Aquí el Papa hizo un homenaje emocionado a los primeros convertidos "los pilares de la naciente Iglesia china"y en particular a Xu Guangqi, "que ocupó también un puesto de relevancia en la historia de la cultura de su país".Benedicto XVI añadió que "sólo dos personajes extranjeros son recordados en China: Marco Polo y el Padre Matteo Ricci".