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«Quién me paga el coche»
BARCELONA- «Todavía llevo las llaves del coche en el bolso, es como si no me lo terminase de creer». Marta Plasència asegura «vivir en una nube» desde el pasado miércoles. Su coche, un Peugot 307 que había terminado de pagar hace apenas cinco meses, ardió en los altercados tras la manifestación universitaria que provocó el caos en el centro de Barcelona. Su Peugeot estaba aparcado en la calle Balmes, cerca de su despacho, uno de los puntos calientes de la marcha. Varios contenedores ardieron y, con ellos, su vehículo.
«Vivo fuera de Barcelona y me acerqué al despacho en coche porque tenía que descargar una serie de cosas. Además, tenía que ir a buscar a mi madre para llevarla a recuperación porque lleva dos prótesis en la cadera. Fue al salir cuando me dijeron que tuviese cuidado porque estaban quemando contenedores y el tráfico estaba cortado», explica. Allí empezó el disgusto. «Recordé que había aparcado allí, fue corriendo y vi a los bomberos y mi coche en llamas. Me quedé paralizada», añade.
Plasencia, que es «coach» empresarial, reconoce que se vio superada por la situación. «Un mosso de paisano me ofreció ayuda, me informó de los pasos que debía seguir para poner la denuncia, etcétera, pero hubo otra estampida de gente y perdí al agente». Tras el caos y varias llamadas al 112, los agentes volvieron y le permitieron entrar en su coche. Forzaron la puerta –el sistema eléctrico estaba calcinado– y pudo acceder al interior para recuperar los papeles. «El olor era terrible, todavía no me lo creo», no deja de repetir.
Todo cambió a partir del viernes, cuando su hijo le enseñó un clip de un videoaficionado en internet que había grabado lo sucedido. El vídeo, disponible en YouTube, muestra como un agente de los Mossos d'Esquadra arrastra un contenedor ante el coche de Plasència justo antes de que comience a arder. «Había pasado la noche en blanco, no dejaba de buscar en internet pistas sobre lo sucedido, pero fue mi hijo el que lo descubrió. Se puso en contacto por facebook con el autor, que muy amablemente me ha facilitado todo el material gráfico que necesite para reclamar», explica.
La propietaria, que se define como una persona de «reacciones lentas» y «prudente», asegura que actuará «en consecuencia» a sus derechos. Respecto a las imágenes, fuentes de Interior indicaron que ningún mosso «estaba en la confluencia de la calle Balmes cuando se inició la quema del contenedores» y que «el contenedor que toca el coche no está en llamas».
Plasencia responde que «en el vídeo se ven a agentes en el momento de la quema» y que «si el mosso que arrastró el contenedor lo hubiese desplazado tres pasos más hacia adelante, mi coche estaría entero». La propietaria no ha contactado con la conselleria de Interior, pero sí ha recibido apoyo de la Universitat de Barcelona y de la secretaria de Universidades. El secretario Antoni Castellà le llamó el mismo día «lamentando la situación» y desde su gabinete le están tramitando un coche de alquiler hasta que resuelva su situación. De los estudiantes o la plataforma que convocó la marcha, ni una llamada de perdón. «En la vida hay derechos y obligaciones. Yo tengo derecho a manifestarme, pero tengo la obligación de hacerlo correctamente», apunta calmada.
Sólo busca respuestas. «Alguien debe hacerse cargo de esta situación. Hay responsabilidades que son palpables. Es un agente, que en el ejercicio de su trabajo, acercó mobiliario urbano a mi coche», argumenta.
Mientras, el périto ha certificado «siniestro total». «Desde Mapfre me han dicho que no se harán cargo y que lo pasan al consorcio de siniestros. Tenía el seguro a todo riesgo y con un 65 por ciento de bonificación por no haber tenido accidentes. Ahora, al pasarlo al consorcio, como acostumbra a pasar, sé que no me ayudarán en nada», sentencia.
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