Delito fiscal

Elosua niega que Ballesteros le diera el móvil del chivatazo en el bar Faisán

El dueño del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa) –donde supuestamente se produjo en mayo de 2006 el chivatazo que alertó a ETA de una operación policial– negó ayer en la Audiencia Nacional que fuese el inspector José María Ballesteros quien le pasase el móvil con el que le dieron el soplo.

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Joseba Elosua ni siquiera esperó a que el juez Pablo Ruz, ante el que declaró durante hora y media, le preguntase al respecto. «Se lo juro, soy católico, ese señor no es», espetó al magistrado en relación a las instantáneas publicadas por el diario «El Mundo» en las que supuestamente se identificaba al mando policial. El testigo añadió que la persona que le entregó el teléfono llevaba traje oscuro y no portaba una mochila ni lucía perilla (la indumentaria de Ballesteros el día del chivatazo). Sin embargo, el juez no le mostró fotografías del inspector ni las imágenes grabadas en las que, supuestamente, aparece en las inmediaciones del bar Faisán para que ratificara esa impresión.

El inspector de la Brigada de Información de Álava está imputado por colaboración con organización terrorista y revelación de secretos, precisamente por facilitar el teléfono que permitió alertar al dueño del bar Faisán de una inminente operación contra el «aparato de extorsión» de la banda. Además de Ballesteros, están imputados por los mismos delitos el ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, y el jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés. Los abogados de Pamiés y Ballesteros, José María Fúster-Fabra y José Luis Vegas, respectivamente, avanzaron ayer tras la declaración de Elosua que pedirán el archivo de las actuaciones respecto a sus defendidos. Y en caso de que no prosperen sus peticiones, se plantean incluso llevar sus quejas ante el Consejo General del Poder Judicial para que «quede limpio su honor y profesionalidad».

Elosua incurrió en varias contradicciones con su hijo Joseba Imanol, que también declaró ante el juez. Negó, por ejemplo, que el día del chivatazo se viese con él. Pero su hijo ratificó que llegó al bar Faisán después de haberse producido el soplo y encontró a su padre bastante nervioso. Éste, añadió, le pidió el móvil para llamar a José Antonio Cau Aldanur, miembro del «aparato de extorsión» de ETA (al que supuestamente debía alertar de la operación policial), aunque no consiguieron contactar con él. Además, Elosua padre negó que intentara llamar a Cau Aldanur desde un cabina cercana, aunque según recordaron fuentes jurídicas la grabación policial captó la imagen del dueño del bar Faisán en la cabina telefónica.
Mañana acudirán a la Audiencia Nacional a declarar el equipo de investigación del supuesto chivatazo, con Carlos G. a la cabeza.