Mascotas
Bala amante del «frisby»
Imagínense tumbados en el verde césped, una de esas soleadas mañanas de invierno en las que el sol se cuela, haciendo olvidar por un momento el frío. Apetece, ¿verdad? Quien seguro tiene ganas es Bala, una perra de dos años de la raza «Braco de Weimar», de pelaje corto, espeso y de un color entre gris y marrón, ojos grises o ambar (dependiendo de la luz) y 30 kilos de peso. Ana, la dueña de Bala, le regaló este animal a su pareja hace justo dos años, ya que éste llevaba tiempo buscando un perro de caza. El animal se instaló en casa «con mucho miedo», según reconoce Ana, aunque esto fue sólo al principio, debido a que tardó poco en acostumbrarse a su nueva vida. «Es una perra muy expresiva, basta con mirarnos a los ojos para saber lo que ambos queremos», añade su propietaria. Correr por el campo y jugar con el «frisby» son dos de las actividades favoritas de Bala, y para comer, pienso y alguna chuchería como recompensa. «Es una perra muy lista, sabe muchos trucos: dar la pata, hacer la reverencia, disculparse...», comenta orgullosa su dueña. Bala no es el único animal de la vivienda, ya que convive con tres perros más. Con el que mantiene la mejor relación es con Lía. Su ama comenta que «donde va la una, va la otra; son como madre e hija».
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