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Cine español llegó la hora de los recortes

Tarde o temprano tenía que llegar: el mundo del cine sufrirá los recortes como todo hijo del presupuesto general del Estado en 2012. Hacienda ya ha alertado al Ministerio de Educación y Cultura que, según las cuentas de Cristóbal Montoro, el fondo de protección a la cinematografía tendrá que apretarse el cinturón más de un cincuenta por ciento en 2012, según confirman a LA RAZÓN desde el sector

Cine español llegó la hora de los recortes
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De los 113 millones que el Estado invirtió el año pasado en cinematografía, el mayor capítulo va a parar al fondo, que estaba dotado con 76,7 millones, a los que hay que sumar los 9,1 millones en ayudas para la producción, distribución y promoción de películas en lenguas cooficiales a la que está obligada el Estado según la última Ley de Cine.

Las cocinas de Hacienda bullen estos días a la espera de cuadrar las cifras antes de que se presenten en el Congreso en el mes de marzo. Por tanto, para el 19 de febrero, fecha en que se entregarán los premios Goya, la familia del cine español conocerá, muy probablemente, en cuánto se reduce la aportación estatal a la industria.

Cambio de filosofía

Eva Hache, presentadora de la gala, tendrá que aplicar su humor en cantidades industriales para alegrar al patio de butacas. Será un buen momento para comprobar si, como decía el presidente de los productores, Pedro Pérez, cuando se anunciaron los primeros recortes, la industria española comprende que «estamos viviendo este momento difícil, y el cine no puede estar al margen». Lo cierto es que el fondo de protección a la cinematografía no había dejado de crecer de forma exponencial durante los tiempos de bonanza económica de los gobiernos de Aznar y Zapatero hasta 2010, y el recorte de 13 millones de euros del pasado ejercicio fue simbólico en comparación del descenso de otras partidas.

La crisis económica, y con ella el tijeretazo de las administraciones, se ha llevado por delante acontecimientos cinematográficos como la Mostra de Valencia, pero el Gobierno confía en que los recortes no afecten de forma considerable a la producción nacional porque tiene previsto estimular las inversiones privadas en esta y otras disciplinas culturales a través de la Ley de Mecenazgo, uno de los encargos prioritarios de Rajoy al ministro Wert. Hasta ahora, las palancas fiscales existían solo para el cine: el 18% en el impuesto de sociedades para aquellas empresas ajenas al sector que invirtieran en largometrajes a través de agrupaciones de interés económico (AIE) con productoras independientes. El Gobierno de Zapatero prorrogó la medida un año más el pasado mes de junio.

Las palancas fiscales
El sector había valorado positivamente los estímulos fiscales desde que se implantaron, pero también mostraron sus quejas ante la falta de seguridad jurídica que muchos inversores sufrían por la falta de predisposición del Ministerio de Hacienda a aplicar la medida, pues tanto Solbes como Salgado eran reacios a aplicar esta doctrina económica.

Durante la pasada campaña electoral, el actual secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, declaró a este periódico que la intención del PP era extenderlas a otras disciplinas artísticas y dotarlas de una mayor ambición económica. El objetivo es fortalecer el sector hasta convertirlo en una verdadera industria. Hasta la fecha está conformado por un entramado de pequeñas y medianas empresas que apenas tienen capacidad para afrontar un proyecto al año de presupuesto mediano que no suele contar siquiera con el suficiente para promocionarse en televisión. Con datos de 2010 en la mano solo las productoras de las televisiones, y un grupo de elegidas, como Morena Films, Tornasol y Castafiore, superaron la decena de proyectos.

Hasta la fecha, aunque los cineastas contaban con que se produjeran recortes, el único confirmado era la rebaja de las subvenciones generales a la amortización, es decir, aquellas que bonifican a las películas más vistas por el público que en 2012 iban a pasar de tener una dotación máxima de 800.000 euros por título a solo 400.000.

Las ayudas nominativas

El sector también está expectante por ver cómo se traduce el anuncio de Rajoy en el debate de investidura de acabar con las subvenciones nominativas. En este apartado, la más cuantiosa es la de los gastos de funcionamiento de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas a la que se destinan 270.000 euros.

También es cierto que esta no es la única vía por la que obtienen financiación los productores. La compra de los derechos de antena por parte de las televisiones públicas son un aval importante para que cualquier proyecto eche a andar, a eso hay que sumar la aportación de las televisiones privadas, que están obligadas a invertir el 5 por ciento de su facturación en producción audiovisuales. Además, el ICAA acaba de prorrogar un acuerdo con el Instituto de Crédito Oficial para facilitar el préstamo para filmes.

 

Más ayudas que taquilla
Con los datos de 2011 aún por cerrar, en la última legislatura socialista por primera vez las subvenciones superaron la recaudación en salas, durante 2008 y 2010.

2008
-Subvenciones del Ministerio de Cultura: 85 millones.
-Recaudación de películas españolas en salas: 81, 6 millones
-Cuota de mercado: 13,18%.
2009
-Subvenciones de Cultura: 98,7 millones
-Recaudación de películas españolas en salas: 104,3 millones
-Cuota de mercado: 15,55%.
2010
-Subvenciones de Cultura: 100,1 millones
-Recaudación de películas españolas en salas: 80,22 millones
-Cuota de mercado: 12,12%.
2011
-Subvenciones de Cultura: 85,94 millones
-Recaudación de películas españolas en salas: Aún por cerrar
-Cuota de mercado: en torno al 15%.