Artistas

Casas abiertas por Paloma PEDRERO

Casas abiertas por Paloma PEDRERO
Casas abiertas por Paloma PEDREROlarazon

La soledad sólo es buena cuando se la busca. Hay personas que consiguen amigarse bastante con ella; suelen ser las capaces de hacer cosas creativas cuando están solas. Escribir, pintar, cocinar, coser, restaurar… Actividades que tendrán como fin último el intercambiarlas o dárselas a los otros. Ya saben que lo que no se comparte se pudre. Por eso, hasta los creadores necesitan vivir en compañía; tener a quién esperar, con quién charlar, incluso, claro que sí, con quién discutir acaloradamente. En estas ciudades nuestras del humo y la prisa, la soledad campa demasiado a sus anchas en muchas casas y aceras. Los edificios hechos tan hacia arriba, sin lugares comunes para encontrarse, como un pequeño gimnasio, un cuartito para tomar café, una terraza en la azotea… nos llevan a relacionarnos únicamente con los que convivimos, en general con la familia.


Pero yo pienso que eso no es suficiente. Yo pienso que hay que relacionarse a menudo con los vecinos, con los amigos, con los parientes, con los desconocidos. Que la riqueza de la vida está en vivirla a tope de experiencias, y que las mejores y más arriesgadas se encuentran en hallar, comprender y realizar proyectos con los demás, incluso con los más diferentes. Nuestras viviendas están casi cerradas a cal y canto. Ni el amigo más íntimo se atreve a llegar a nuestra casa por sorpresa. Hoy vivimos planificando a tan largo plazo que un día no iremos a la cita por defunción, por la propia. Qué ironía. Pues uno de mis sueños es tener una casa abierta. Una casa grande, con habitaciones, con una gran sala para hacer teatro, música, meditación, con jardín, con algún empleado que ayude en lo domestico (que yo ya no estoy para esos trotes). En la que mis quereres o futuros quereres tuvieran su llave en el bolsillo. Me encantaría tener dinero y poder hacerlo. Quizá algún día los constructores de ciudades y edificios se den cuenta de que no hay nada más valioso que compartir. Para estar solos únicamente se necesita una cueva.