Murcia
El PP critica que Murcia perdió 50000 empleos con la supresión del trasvase
El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, afirmó ayer que la derogación del Plan Hidrológico Nacional y del trasvase del Ebro «fue una traición a España», y recordó que «esta fue la primera decisión de Zapatero cuando llegó al poder».
Cerdá realizó estas declaraciones en el Foro Sectorial del PP sobre Agua, «Porque no renunciamos a nuestro futuro.
Agua para Todos», que se celebró ayer en Mula, y en el que remarcó la apuesta del Partido Popular por los trasvases para garantizar el agua a todos los españoles porque «son viables».
En el foro también intervino el diputado regional y presidente de Nuevas Generaciones de la Región de Murcia, Víctor Manuel Martínez. Al encuentro asistieron cerca de doscientos regantes y agricultores de la comarca, que expusieron sus necesidades y sus preocupaciones en torno al agua ante la falta de una política seria y eficaz por parte del Gobierno de Zapatero. En su intervención, el consejero insistió en la necesidad de recuperar el Plan Hidrológico Nacional que incluía el trasvase del Ebro, y que «fue el resultado de la planificación hidráulica del siglo XX».
Junto a esto, señaló que el Programa AGUA del Gobierno socialista «es un completo fracaso», y añadió que la desalación «no tiene usuarios porque no la quieren ni las ciudades ni los regantes». Cerdá criticó la «política de improvisación» del Gobierno socialista en siete años en materia de agua «al igual que en otros muchos asuntos». Un aspecto en el que además, lamentó que los socialistas de la Región «hayan consentido» esta política hidráulica «en contra de los intereses de los murcianos». El consejero de Agricultura y Agua explicó que la gestión hidráulica del Gobierno de Zapatero «ha generado conflictos entre territorios que han llegado a provocar que presidentes territoriales crean que el agua es un bien suyo». Según el responsable de Agua, esta situación es consecuencia del «pacto oculto entre Narbona, Barreda y Zapatero», que pretendía «eliminar el trasvase Tajo-Segura a medida que se fueran poniendo en marcha las desaladoras». Además, Cerdá agregó que el Estatuto de Castilla-La Mancha «quería adueñarse de prácticamente todo el Tajo», y destacó que la «postura firme del presidente Valcárcel impidió que prosperara». Asimismo, explicó que la Ley de Aguas de Castilla-La Mancha «hay que combatirla» y que el trasvase Tajo-Segura «es intocable». «Los planes y las políticas del Partido Socialista se basan en la improvisación», aseveró Cerdá, quien apuntó que en materia de agua «hay que planificar con tiempo, y sobre todo, con técnicos», por lo que añadió que «hay que recuperar el Plan Hidrológico Nacional con el trasvase del Ebro para solucionar el problema del agua de todos los españoles». Por su parte, Víctor Manuel Martínez aseguró que «con agua, la Región de Murcia tendría más oportunidades para generar puestos de trabajo y riqueza». De hecho, recordó que «si el trasvase del Ebro se hubiera puesto en marcha, habría generado cerca de 50.000 puestos de trabajo sólo en la Región de Murcia». Sin embargo, «el Gobierno de Zapatero aniquiló la solución a nuestros problemas de falta de agua, condenándonos a la desalación y a una política incoherente e incapaz de abordar las necesidades de nuestros regantes y que ha llegado a poner en peligro incluso el trasvase del Tajo, con la complacencia y complicidad de los socialistas murcianos».
Por eso, el diputado del PP afirmó que «es imprescindible la actualización del Plan Hidrológico Nacional que puso en marcha el PP, porque esa será la verdadera solución para nuestros cultivos». Por el contrario, «el gobierno socialista insiste en su sectarismo en la elaboración de sus planes de cuenca que de nuevo intentan perjudicar los intereses de nuestra Región». De esta manera, en el seno del PP se tiene la sensación de que los socialistas están actuando de manera muy nociva para Murcia en materia hídrica.
Una victoria de Rajoy en las elecciones de 2012 puede rescatar un plan hidrológico
El presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y su homólogo en la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, reiteraron durante su último encuentro en el Palacio de San Esteban que una victoria en las elecciones generales del candidato popular Mariano Rajoy supondrá la solución de los problemas hídricos que padece el levante español. En un sentido muy similar se pronunció la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien habló de rescatar un plan hidrológico para España. De esta forma, en la Región se alberga con esperanza que las promesas del PP se conviertan en una realidad tangible.
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