Crítica de libros

Esto empieza a marchar

La Razón
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Estoy escribiendo este suelto, acompañado de Anita y Cristinita, que son dos de mis gatas. No tengo la suerte de que me hagan el trabajo como le sucede a Antonio Burgos con los suyos. La razón es fácil, me quedé en la pluma estilográfica y es una verdad absoluta que los gatos, siempre inteligentes, se desenvuelven perfectamente con los ordenadores, pero por mucho que lo intentes, y aunque le des una pluma de oro y brillantes, los felinos se niegan a escribir a mano. Aunque le cantes «Ay morrongo, ay morrongo, que aquí me lo quito y aquí me lo pongo». Así que a la tarea. Empiezan los divorcios. Jhonny Deep se separa después de 14 años de matrimonio de Vanessa Paradis. La verdad es que Deep es uno de los mejores y mas versátiles actores. Además, para el bien de sus ahorros es de los mejor pagados. Pero es un poco raro, incluso los que le conocen, dicen que un poco guarrete y algo ambiguo. Lo mas parecido a su famoso personaje el Capitán Sparrow. Algunos abducidos por los tambores cercanos, no de la Semana Santa, de la triste crisis, dicen aquello de «a ver si es que no podían con la cuesta de enero». No parece el caso. Algunas veces como en este caso, lo que se ha presentado es la cuesta abajo, que para una pareja significa, que aparezca una muchachita joven, imponente y dinámica. No tiene que ser necesariamente moldava. Y es que a ciertas edades, que te devuelvan en lo del sexo a los 20 años no da para ningún arreglo matrimonial. Miren el caso de Fernando Alonso, que a todos sus méritos no se le podía añadir el de la alegría. Ésta siempre se le quedaba en algún prado asturiano, pero de pronto en un gran premio se le cruza espectacular rubia natural y se vuelve el rey de las discotecas en las celebraciones propias de su profesión. Incluso se atreve a dar unas pataditas por bulerías. Y es que la pasión da remedios para todo.