Salud

Enfermos crónicos por Ana PASTOR

Enfermos crónicos, por Ana PASTOR
Enfermos crónicos, por Ana PASTORlarazon

Casi unos 15 millones de ciudadanos, según las últimas estimaciones, padecen a lo largo de su vida una enfermedad crónica, patologías que requieren tratamiento constante durante un largo periodo de tiempo, habitualmente años o décadas. Son enfermedades crónicas, muchas enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, pulmonares, la diabetes, el cáncer, enfermedades reumáticas… enfermedades transmisibles persistentes como el sida o la hepatitis C o algunas enfermedades mentales … Están incrementándose día a día debido fundamentalmente al envejecimiento de la población y a que, afortunadamente, los tratamientos son cada vez más eficaces y, aunque en muchos casos no se consigue la curación total de la enfermedad, si hemos logrado mejorar la esperanza y calidad de vida.
 

Los enfermos y sus familias, mantienen una relación periódica e intensa con el Sistema Sanitario y con sus profesionales y por ello viven con más intensidad algunos de los problemas como la burocracia, falta de continuidad asistencial y de una atención más humana y personalizada. A enfermedades crónicas representan más del 45 por ciento de la morbilidad y más de un 60 por ciento del gasto público sanitario.



Sin embargo el Sistema Sanitario aún sigue estando orientado a la atención de patologías agudas. El enfermo crónico debe ser el elemento central de los cambios del modelo asistencial.
 Invertir más en medicina preventiva, gestión por procesos, servicios personalizados, continuidad asistencial, un mayor papel de la Atención Primaria, multidisciplinariedad (Ej. el seguimiento fármaco-terapéutico) y adquisición de nuevas habilidades por los profesionales; fijación de objetivos de calidad y evaluación de los resultados, son nuestros retos.


 Se precisa también contar con sistemas de información integrales y de apoyo a la decisión clínica y tecnología intensiva que permita atender a los pacientes fuera de los centros sanitarios. Es fundamental que los enfermos se impliquen directamente en el tratamiento de su patología (los sistemas sanitarios para mejorar necesitan la participación de los enfermos). El cambio de modelo es posible y pasa necesariamente por reorientarlo a la atención a los enfermos crónicos porque de ese modo ganarán todos los ciudadanos.