Londres

Uniformes que hacen daño a la vista

Uniformes que hacen daño a la vista
Uniformes que hacen daño a la vistalarazon

Cuando 4.000 millones de personas sólo tienen ojos para ti hay que estar muy seguro de uno mismo o simplemente ser un inconsciente para elegir una indumentaria que es un atentado contra el buen gusto. Eso fue lo que sucedió con las delegaciones de algunos países en los Juegos Olímpicos. Bien sea porque tiraron de tradición o porque tenían complejo de turistas en Londres, lo cierto es que se lucieron.

Se comprende que una de las señas de identidad de un país sea el traje regional por mucho que rocen lo «kitsch», como sucedió con las delegaciones de las Islas Cook –con sus guirnaldas de flores–, Samoa Americana y Angola, aunque la palma se la llevaron Burundi, cuyos trajes parecían sacados de atrezzo de «El príncipe de Zamunda», y un país llamado Palau, cuyos componentes parecían sacados de un crucero. Y los representantes de las Islas Bermudas se lucieron en ídem una vez más, que parece que los reciclan de unos Juegos Olímpicos a otros.

Con todo, los deslices más chocantes vinieron de la venerable Europa. Las delegaciones alemana y checa tuvieron un problema con la climatología del Reino Unido. Sí, ya se sabe que el clima en Londres es como es: la lluvia es tan típica como el Big Ben, pero tampoco hay que caer en los excesos. Los germanos aparecieron con unos anoraks de tonos pasteles dignos de las Spice Girls. Se puede pensar que cayeron en un despiste y se vistieron para los Juegos Olímpicos de Invierno más que para los de verano. Pero ahí estaban ellos, tan sonrientes, aunque con el rubor subido. Por el calor, se presume. En cuanto a la República Checa... salir con bermudas y unas botas de agua simplemente es una incoherencia que no procede.