Blogs

El perfume del tabaco por Pedro Serrano

La Razón
La RazónLa Razón

Bailar con los amigos en cualquier celebración, los fin de semana en las discotecas y durante el verano en las verbenas del pueblo o en cualquier festival musical es una actividad agradable y euforizante que potencia nuestras relaciones sociales. Bailar es, también, un ejercicio físico sano y agradable que, por muy guapos y arreglados que salgamos... nos hace sudar, y eso lo apreciamos, cada vez más, desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco de tan ingrato recuerdo para el sector hostelero. En efecto, el olfato se ha convertido en otra víctima de la chapucera e improvisada Ley Antitabaco que tanto daño le ha hecho a la noche, porque desde que el perfume del tabaco no ambienta los locales de ocio, el olor de los cuerpos agitados al ritmo de la música se ha convertido en inesperado protagonista del ambiente de la noche. Afortunadamente, una vez más, las nuevas tecnologías aportan las soluciones a los problemas del mundo moderno y, en este caso, gracias a los nuevos sistemas de propulsión de partículas secas de aromas puros, que han venido a sustituir a los tradicionales ambientadores líquidos, podemos seguir disfrutando de la noche sin saturar nuestras células olfativas.

Que pena que el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Zapatero no confiara en las tecnologías, tan importantes para los avances médicos y en todo lo que tenga que ver con la salud pública, para abordar la lucha contra el tabaquismo, sin poner en peligro y provocar el colapso de la vida nocturna y la empresa de ocio de nuestro país. Con inversiones e innovación, los locales de ocio hemos resuelto el problema de la aromatización en nuestros locales, pero cada vez tenemos menos clientes que puedan comprobarlo. Necesitamos zonas para fumar YA por las noches, en los locales de ocio, o desapareceremos en el fuego cruzado de la crisis, la Ley Antitabaco, los lateros y el botellón.
 

 

Pedro Serrano
Presidente Noche Madrid