Los efectos de la prima de riesgo por Enrique Quemada

El coste de la deuda pública es un asunto muy grave para nuestra economía, pues ésta sigue aumentando y el año que viene superará el 90% de nuestro PIB. Como consecuencia, en 2013 nuestro país pagará tan sólo en intereses cerca de 40.000 millones de euros, candidad equivalente a lo que gastaremos en Sanidad o en Educación. Se trata de un dinero perdido absurdamente, que no nos reporta nada, pero que nos ahoga. Por ello es tan importante bajar la prima de riesgo.

Y ahí está haciendo su mayor esfuerzo el Gobierno, subiendo impuestos y realizando ajustes, tratando de demostrar que nuestro país es capaz de reducir el déficit público. La labor se está mostrando titánica, ante la dificultad de recaudar a causa de la brusca caída tanto del consumo como de los beneficios empresariales. Al mismo tiempo, el creciente desempleo está provocando un aumento constante de gasto en la Seguridad Social que dificulta aun más el cumplimiento de los objetivos de déficit. La mayoría de los analistas anticipan que, a causa de estos factores, España no podrá alcanzar su objetivo del 6,3% para el 2012.

Aun así, la prima de riesgo está reduciéndose, ayudada por el mensaje del BCE de que estará dispuesta a comprar nuestros bonos de manera ilimitada en cuanto España pida el rescate. Pero a la prima le cuesta bajar por debajo de los 400 puntos básicos.

Es lógico que un ahorrador, dada la situación de la economía española, con un déficit descontrolado, una deuda creciente, un paro en aumento y una recesión que continuará el año que viene (el FMI ha pronosticado para España una caída del PIB del 1,5% para el 2012 y del 1,3% en 2013), no quiera prestar su dinero al Estado español sin exigirle al menos un 5,5% de interés anual. Por ello es tan importante seguir luchando, aunque duela, contra el déficit. Sólo así podremos quitarnos esta soga que nos estrangula financieramente.