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y con la igualdad de trato

La Razón
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MADRID-La ley de igualdad de trato nació herida de muerte. Desde sus inicios suscitó desconfianza por parte de todos los sectores. Y no defraudó a sus críticos. La medida se presentaba como una norma que fiscalizaba la vida de los ciudadanos y que generaría litigios innecesarios. Nadie quedaba libre de ella. Los medios de comunicación que vertieran opiniones contra la norma podrían ser sancionados, incluso cerrados. Recuperaba el delito de opinión y confiscaba el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos (lo que vulnera varios derechos fundamentales de nuestra Constitución y pone en peligro la presunción de inocencia) y anunciaba la retirada de subvenciones a los colegios que educan a niños y a niñas por separado. De hecho, la ambición por regular todos los aspectos de la vida de los ciudadanos le mereció el calificativo de ley «Gran Hermano». Agrupaciones de todo tipo, negocios de hostelería, inmobiliarias, taxistas, órdenes religiosas, centros de estudio, clubes deportivos, sociedades recreativas... Todas estaban amenazadas por la nueva ley. Una de las asociaciones más criticas con la medida fue HazteOír. Su presidente, Ignacio Arsuaga, lamenta que el Grupo Socialista vuelva a la carga: «El PSOE sigue asumiendo el proyecto de cambio de la sociedad iniciado por Zapatero, en el que lo único que importa es imponer su modelo de sociedad por encima de los intereses de los ciudadanos españoles».

Arsuaga tiene claro que uno de los objetivos era darle un mayor poder a las administraciones: «Pretendían crear una institución similar al Defensor del Pueblo para velar por el cumplimiento de la norma. Sería como volver a los tiempos de la Inquisición».

Para el presidente de HazteOír, todo esto es consecuencia de «la incapacidad del PSOE de movilizar a sus bases con un proyecto ilusionante y se agarran a las propuestas de Zapatero como a un clavo ardiendo. Por suerte, es una decisión de la cúpula del grupo parlamentario, que no representa la opinión de sus bases. El partido es muy abierto y hay muchos a los que estas propuestas no les gustan».

 

Cuatro ejemplos
Taxis
 Los taxistas podrán ser denunciados si rechazan a algún cliente porque no se fían de él.
Inmuebles
El vendedor de un piso no podrá descartar por intuición a un posible comprador.
Comunicación
Si se considera que un periódico atenta contra el «criterio» de la Ley podría ser sancionado.
Educación
La norma preveía la supresión de las subvenciones a los colegios que educan por sexos.