Ciclismo

Benidorm

El mejor equipo es Cancellara

Hay corredores que valen por todo un equipo. Como Fabian Cancellara. El suizo fue la única razón para que su equipo, el Leopard Trek, ganara la primera etapa y su compañero Fuglsang se pusiera el primer jersey de líder. Tiró desde el primer momento, fue el guía al que siguieron todos sus compañeros durante los trece kilómetros y medio que separaban la playa de Poniente de la de Levante por las calles de Benidorm.

Los corredores del Leopard, con Cancellara como estandarte, se impusieron en la primera etapa, que pasó por la playa de Benidorm
Los corredores del Leopard, con Cancellara como estandarte, se impusieron en la primera etapa, que pasó por la playa de Benidormlarazon

Trece kilómetros y medio de esfuerzo constante que se multiplicó en los últimos 2.000 metros. Ahí el suizo decidió que la etapa era suya y el primer maillot de líder, de su compañero. Aceleró todavía un poco más. Todo lo que fue posible para rebajar en diez segundos el mejor tiempo que hasta entonces había marcado Astana. Una exhibición que ya empieza a ser habitual, como hizo en el Tour con los hermanos Schleck cargados a su espalda. Cancellara fue el héroe, pero regaló la gloria vestida de rojo al danés Fuglsang. Un movimiento obligado por la estrategia del equipo luxemburgués, que confía en él para que sea su hombre en la pelea por la general.

Por detrás, Movistar y Liquigas soñaron con el primer triunfo. Comenzaron su participación después que el equipo de Cancellara, conscientes de que esos 16:30 que habían marcado en la meta iban a ser muy difíciles de superar. A Movistar se le hicieron demasiado largos los últimos kilómetros. Liquigas lo intentó con sus mejores argumentos, Nibali, que vestía el maillot rojo como ganador del año pasado, y Sagan, su candidato a ser el primer líder de la Vuelta 2011. Pero el esprint del eslovaco se quedó corto, a cuatro segundos del Leopard. Pero el maillot de líder le queda muy cerca y las bonificaciones pueden ayudarle a atraparlo hoy.

Para Igor Antón, el objetivo era diferente. El líder del Euskaltel está peleado con el reloj, como la mayoría de sus compañeros. Partía con la certeza de que iba a perder tiempo y se conformaba con que fuera el menos posible. 28 segundos con respecto al líder, 24 de diferencia con Nibali, es una diferencia asumible. «Siempre se cometen pequeños errores, pero el resultado es bueno. Nos ha ido mejor que otrasveces», comentaba satisfecho en la llegada.

A otros favoritos les fue peor. Radioshack, uno de los candidatos al triunfo en la etapa. A Brajkovic se le salió la cadena nada más abandonar la rampa de salida y a su equipo le entró la angustia de tener que decidir si esperaba a uno de sus líderes –tiene más–, o esperar y marchar todos juntos. Eligieron la segunda opción y perdieron 29 segundos.

Fue un día de muchas incidencias mecánicas, demasiadas. Como la que le costó a «Purito» perder más tiempo del necesario. A pesar de todo, no pierde el optimismo el catalán. »A esta Vuelta llego muy bien después de ganar la Vuelta a Burgos y con la moral por las nubes», dijo.
A Bradley Wiggins y su Sky les fallaron las cuentas. Tuvieron que esperar a Xabi Zandio en los últimos kilómetros porque se habían quedado sólo cuatro corredores en la cabeza y el tiempo del equipo lo concede el quinto. Al final fueron 42 segundos de castigo.

El Sky fue antepenúltimo, un puesto por delante del Geox. El equipo de Matxin se juegan la temporada en esta carrera y ha llegado a Benidorm con dos líderes, pero se dejó 43 segundos en la meta. Muchos, especialmente para Menchov, que confiaba en las etapas cronometradas para distanciar a los escaladores.


La contrarreloj individual de Óscar Freire
Óscar Freire es un corredor solitario, acostumbrado a la lucha individual en el esprint, a buscarse la vida y pelear por sus objetivos. Piensa en ganar alguna etapa con el objetivo de su cuarto Mundial al fondo. A finales de septiembre, en Copenhague. Mientras tanto no se preocupa por las pequeñas desgracias. Como la de ayer, cuando se quedó descolgado de sus compañeros. Perdió casi dos minutos de más. «Las fuerzas no me han respondido, cogí frío hace unos días», se excusó. Pero no le importa. Hoy empieza su terreno, una etapa llana para velocistas. «El nivel es muy alto ben esta Vuelta», reconoce. Pero hay posibilidades.