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Encabo: «Quiero recuperar el lugar que debo ocupar en los ruedos»

Encabo: «Quiero recuperar el lugar que debo ocupar en los ruedos»
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Una vuelta al ruedo en el coso de Las Ventas no es cualquier cosa. Más aún, cuando esa plaza ha rugido sus "olés"en señal de aprobación. Fue, en ese momento, cuando Luis Miguel Encabo sí fue profeta en su tierra. Esa redentora ovación de su afición, la venteña, le devolvió la sonrisa a un torero que llevaba demasiado tiempo con la suerte cambiada.


– Domingo de toros en Las Ventas y, lo mejor, una vuelta al ruedo con su firma, que algunos han denominado "balsámica"y "redentora". ¿La conciencia tranquila al ir a casa con los deberes bien hechos?
– Esa tarde ha sido muy importante para mi, venía de un San Isidro donde las cosas no salieron como quería y, como se suele decir, se me quedó "la cara de tonto", además de una decepción enorme. Por eso, cuando me dieron una segunda oportunidad, pisé el ruedo de Las Ventas con el pensamiento de no desaprovecharla.

– Da la sensación de que esa noche toreó a gusto, se vino arriba en banderillas y con los naturales puso la guinda. ¿Cómo se siente al saber que ha dejado "buen sabor de boca"en una afición tan exigente como la venteña?
– Como le decía, llevaba muchas tardes ya en Madrid con desaciertos y esto supone toda una satisfacción personal y profesional para mi.

– Dicen que casi sintió esa oreja entre las manos, ¡lástima la espada!
– Es cierto que no entró como debiera. Además, en Las Ventas se sabe que el nivel es el más alto y todo debe salir perfecto. No obstante, aunque la oreja pesa, para mi volver a haber sentido a esa afición en el centro de la plaza ha contado, y mucho.

– Con esos "olés"que llevaba tiempo sin escuchar en su tierra, ¿se ha marcado un punto de inflexión en su carrera?
– Esto me ha renovado el ánimo y la moral pero, en esta profesión, lo de ayer es pasado y lo que importa es el hoy. Por eso considero que esa actuación estuvo bien pero no hay que relajarse. Para eso, para estar tranquilo, está ya el sofá de tu casa.

– ¿Cómo va su agenda de compromisos en esta delicada temporada 2010 con la crisis de por medio?
– No se puede negar que la cosa está floja. Exceptuando las grandes ferias, el resto de festejos se han visto reducidos notablemente. Más, cuando eres un torero que quieres mantener un cierto nivel en tu trayectoria y apostar por las grandes plazas. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y los contratos llegan. Por lo pronto, hoy he cerrado una actuación, para el próximo sábado en Colmenar Viejo, donde sustituiré a Cayetano. Después vendrán varias fechas señaladas en septiembre.

– ¿Se ha planteado hacer las maletas y poner rumbo a Ámerica?
– Tal vez, pero voy sólo de vez en cuando. La verdad, prefiero quedarme aquí.

– ¿Cuál es la meta por la que lucha hoy el torero Encabo?
– Volver a recuperar el lugar en el que debo estar en los toros.