El regreso de la falda-pantalón

Los nombres importantes en esta fashion week de París han sido Alber Elbaz (que celebró con la mejor fiesta de la semana su 10º aniversario en Lanvin), Stefano Pilati (quien se despidió de Yves Saint Laurent tras siete años al mando de su dirección creativa) o, de nuevo, Dior y su no-fichaje de un peso pesado que sustituya a John Galliano. Pero otro nombre propio ha estado en boca de todos, aunque en este caso por un tema estrictamente creativo gracias a la recuperación de la que parece que será la prenda revelación de la temporada. No podía ser otro que Marc Jacobs quien diera la voz de alarma. El creador ya mostró en su desfile en Nueva York el pasado mes de febrero varios «looks» compuestos por vestidos y faldas sobre pantalones de largo al tobillo. Es de sobra conocida su obsesión por las faldas para hombre, una prenda que luce a menudo con distintos estilos, incluido el kilt (la falda escocesa de toda la vida). Pero superponerla a un pantalón tipo capri ha sido demasiado para algunos expertos y críticos en moda.

 Pues bien, como era de esperar, el cada vez más excéntrico creador ha repetido en su desfile parisino para Louis Vuitton. Resulta bastante molesto, en palabras de muchos de los presentes en estos últimos desfiles, el parecido de los diseños de la colección neoyorquina de Marc Jacobs con las que crea para Louis Vuitton. En cualquier caso, lo curioso del tema no queda ahí. También Miuccia Prada se ha atrevido con el efecto falda-pantalón, ya que para su colección de Miu Miu superpone minivestidos (o maxi tops, según se mire) con faldas evasé sobre pantalones, también al tobillo y anchos, en el mismo tono. Y aunque de nuevo no emocionó, pese a la siempre efectista puesta en escena de sus desfiles, Chanel y Karl Lagerfeld también parecen haberse unido a esta tendencia de superposiciones. Sus faldas de tweed, a juego con las chaquetas, combinan con pantalones lisos o estampados y altísimos tacones. Pues ahí lo tienen: un efecto o «mix» convertido ya en ley «fashion» para el próximo O/I que no dejan indiferente a nadie. Twitter, Facebook y blogs de «fashionistas» de todo el mundo ya lo advierten: tanto en una única prenda, como con dos que ejerzan ese mismo efecto, la falda-pantalón puede ser el look más peligroso de la próxima temporada si no se tiene cuidado. Y gran responsabilidad al respecto la tendrán, desde luego, la de revistas de moda y firmas «low cost» a la hora de recomendar, las primeras, o de copiar, las segundas. Según París, además, el próximo otoño será una temporada «oscura», pues apenas nos ha ofrecido unas pinceladas de azul (Paco Rabanne, Stella McCartney, Miu Miu...), de verde esmeralda, como el que recupera de su colección de verano Elie Saab,y gamas empolvadas como las de Chloé. El negro, presente en casi todas las colecciones, regresa con muchísima fuerza y rigor combinándose apenas con blanco y gris, otro de los colores estrella. Los abrigos de pelo, tipo Yeti, otro viejo conocido del pasado año, también regresan (Loewe, Alexander McQueen, Hermès..), y el cuero se refuerza con su omnipresencia. Así, Valentino apuesta por capas y faldas en cuero negro o, incluso, un mono de corte impecable, también en piel negra y que tiene su réplica exacta en crepé de mítico color rojo de la casa.

Aire ecuestre
Louis Vuitton también muestra un gran dominio de la piel, con abrigos de acabado satinado con maxi cuellos, o Miu Miu, que en una versión mucho más retro y folk, trabaja algunos de sus trajes oversize. Bill Gaytten crea para Dior faldas a la rodilla en cuero negro, o pantalones capri en piel gris, ambos colores dominantes en su colección. Por supuesto, firmas de tradición y maestría en el trabajo de la piel como son Loewe (con chaquetones en napa con grandes bolsillos) y Hermès (con faldas casi al tobillo, de aire ecuestre, en piel marrón) hacen importantes aportaciones a la tendencia, al tiempo que Manish Arora recrea las clásicas líneas futuristas de Paco Rabanne en cuero negro y gris. También el término oversize regresará con gran protagonismo unido, en numerosas ocasiones, al traje sastre. Miu Miu, por ejemplo, basó su desfile en esta combinación, con blazers que a veces son casi levitas y ese pantalón que se repite hasta la saciedad en todas las colecciones de París: sastre pero en versión capri.