El terrorista dijo que «los agentes usaban a los niños como escudos humanos»

MADRID- Recuerda como si fuera ayer el juicio contra Juan José Zubieta, el único etarra juzgado por el atentado de Vic (Erezuma y Monteagudo fallecieron en un tiroteo con la Guardia Civil tras el mismo). José María Fúster-Fabra, el abogado de la acusación, no olvida la tensión que se vivió en aquel proceso, la prepotencia del terrorista y su desprecio por la vida. De ese juicio en 1993 destaca dos aspectos. El primero es la respuesta de Zubieta cuando se le preguntó si no vio a niños jugando justo antes de lanzar el coche bomba: «No es nuestro problema que los guardias civiles usen a los niños como escudos humanos. Ellos son los responsables», dijo. El segundo detalle que no se le borra está relacionado con su detención: «Zubieta estaba escondido mientras sus compañeros se enfrentaban a la Guardia Civil y cuando los agentes le encontraron, él se había defecado encima y tuvo que vestirse con un mono que llevaba el escudo de la Guardia Civil y la bandera de España». El abogado le preguntó en el juicio y Zubieta cambió su semblante «serio y pasota» por una cara de odio. «Con los niños ni se inmutó, pero al quedar como un cobarde se llenó de ira».

Pero ese terrorista que no siente remordimientos podría quedar libre este año si no se le aplica la «doctrina Parot». Al respecto, el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, José Vargas, afirma tajante que «un terrorista que ha matado a tantas personas no se puede ir de rositas ni obtener beneficios penitenciarios». Así, considera que la doctrina «es una buena iniciativa para que estos asesinos no queden en libertad a los 10 o 12 años».