Ferias taurinas

Bautista con dos orejas y una Puerta Grande triunfador de San Isidro

El diestro francés Juan Bautista, con dos orejas y la única salida a hombros por la Puerta Grande, es el triunfador numérico de la recién finalizada feria del Aniversario de Madrid.

El ciclo, que constó de seis corridas de toros, una de ellas de rejones, más la de la Beneficencia, ésta fuera de abono, tuvo también como triunfadores a Sebastián Castella y los rejoneadores Andy Cartagena y Diego Ventura, que cortaron una oreja cada uno. Y hay que contabilizar asimismo sendas vueltas al ruedo de Daniel Luque y Miguel Abellán.En el apartado ganadero, las divisas más destacadas en cuanto a orejas cortadas se refiere fueron las de "El Cortijillo", con dos apéndices, y Victoriano del Río, con uno. También en la de Fermín Bohórquez de rejones se concedieron dos trofeos.A continuación, en las dos primeras clasificaciones se contabilizan el total de matadores de toros y rejoneadores actuantes en este serial, con su número de actuaciones realizadas, los toros lidiados, las orejas cortadas, las vueltas al ruedo sin trofeo y los avisos recibidos.En la última categoría se recogen los hierros lidiados en corridas de toros y festejos de rejones, con el número de astados estoqueados, orejas cortadas, vueltas al ruedo en el arrastre, toros devueltos y los jugados como sobreros.Una empequeñecida Puerta Grande ni mucho menos salva la feria del desastreLa feria del Aniversario en Las Ventas de Madrid, continuación de la de San Isidro, ha resultado tan gris como ésta, con tan desastrosos resultados artísticos, aun a pesar de la Puerta Grande del francés Juan Bautista, cuyo triunfo lo empequeñece la escasa consistencia de sus mismas faenas.Se salva en el ciclo, lo único, la rotunda faena de Miguel Abellán, precisamente el mismo día del "portazo"de Bautista, sin embargo, sin el reconocimiento de las orejas por la mala rúbrica que puso con la espada.Cosas notables en la feria, en la que se incluye también la Corrida de la Beneficencia, aunque estuvo fuera el abono, son el buen comportamiento de muchos toros, prácticamente todos ellos muy por encima de la actuación de los toreros, algo parecido a lo que había ocurrido en el ciclo isidril.Dos ferias paralelas en el desencanto, fundamentalmente por la falta de toreros capaces.Lo de Abellán tuvo tanta importancia como quizás poco eco por haber sido al final de un periodo tan largo y tan cargado de aburrimiento, que no se ha llegado a valorar en su verdadera dimensión. Fue una faena sobre la base del valor, la buena técnica y sobre todo la pureza del toreo a través de su mejor y más deliciosa expresión artística.Concretamente al natural, Abellán toreó como hacía mucho tiempo no se veía en esta plaza.Un pasaje también sobresaliente tuvo por protagonistas a "Morante de la Puebla"y Daniel Luque, rivales en quites la tarde de la Beneficencia, con la inspiración a tope del de La Puebla, que acabó con el cuadro en el toreo a la verónica y por chicuelinas.Luque quiso estar ahí aun a riesgo de salir vapuleado sabiendo cómo se las gasta "Morante"en esto del arte. Sin embargo, hizo también muy buen papel con lances de la misma variedad.Y como quiera que esa tarde completaba terna Cayetano, que en principio se había quedado como convidado de piedra en la particular guerra de los otros, a la mínima oportunidad también se hizo presente quitando por gaoneras de mucha raza y enjundia.La pena es que con la muleta ninguno de los tres fue capaz de darle continuidad a tanto ambiente. No se cortaron orejas y eso que la corrida de Núñez del Cuvillo se prestó mucho. Una muy buena corrida en conjunto.En este mismo capítulo ganadero hay que destacar los toros de Victoriano del Río, muy buenos "para el torero", como se suele decir en la jerga cuando hay más clase y bravura embistiendo en el último tercio, que codicia y estilo en la pelea en el caballo.Únicamente el francés Castella se llevó una oreja de uno de los toros de Victoriano del Río, lo que, lejos de ser meritorio, dice más bien en contra, pues sólo en su lote había tres apéndices muy claros para cortar. De la misma ganadería, "El Fundi"se dejó ir un ejemplar de mucha categoría. Y Perera, sin pena ni gloria con el lote menos claro."El Fandi"dio su mejor versión en Madrid, sin llegar a nada extraordinario, pero más templado y centrado de lo que suele ser habitual en él, que ya es bastante, y eso que con las banderillas, su fuerte, esta vez no pasó de discreto.Sin toros propicios, y por tanto sin evaluar para bien ni para mal, estuvieron Urdiales, Pinar y Tendero en la corrida de Valdefresno; Juan Mora, con un lote de Vellosino a contra estilo, "Rafaelillo"tampoco tuvo tela que cortar, y el mexicano Macías, valiente una vez más, pero a la vez con escasos recursos para intentar torear.En la de Vellosino no aprovecharon convenientemente Curro Díaz, en la frontera de los simples chispazos, y sobre todo Javier Conde, hundido en la impotencia.También Tejela estuvo bloqueado con un gran toro sobrero de Moisés Fraile.Los rejoneadores, exceptuando a Manuel Lupi, que fue poco menos que una anécdota por su evidente falta de rodaje, Cartagena y Ventura estuvieron a muy buen nivel, llevándose cada uno un apéndice y dejándose otro al fallar en la suerte suprema, lo que hubiera supuesto para ambos la Puerta Grande.Así la feria, la gran noticia durante la misma, fuera del ruedo, fue la salida del hospital de Julio Aparicio, el torero que durante San Isidro había sufrido una de las más espeluznantes cogidas de la historia, pues le entró el pitón por el cuello y le salió por la boca.Ha sido milagroso que salvara la vida, incluso que no le vayan a quedar secuelas, como aseguran los médicos. Tan increíble como que desde el primer momento Aparicio esté entusiasmado con volver pronto a torear.