Psiquiatría
El ruido que no despierta acorta la vida
Los desórdenes del sueño provocados por el ruido son los responsables de un buen número de trastornos, desde metabólicos hasta hipertensión y problemas cardíacos, según explica el doctor Eduard Estivill, famoso por sus obras de divulgación sobre el sueño en la infancia.
Madrid- Estivill explica que con la contaminación acústica «el cuerpo puede entrar en sueño, pero sin pasar del sueño superficial» y afirma que «lo peor es el ruido intermitente, como un coche al pasar». Esto significa que quien sufre estos ruidos puede no ser consciente de que despierta, pero «es la causa más frecuente de falta de descanso en las grandes ciudades», informa Efe. Estos «microdespertares», producidos en su mayoría por «estímulos acústicos que provocan en el cerebro el fenómeno denominado arousal, que significa alertamiento», llevan a la persona de una fase profunda del sueño a otra más superficial en la que no se descansa, afirma el doctor. Tras señalar que hay diferentes sensibilidades acústicas, añade que «se sabe que el cerebro es selectivo frente a distintos estímulos». El ruido se convierte en algo «selectivo», algo a lo que se puede uno acostumbrar, cuando, por ejemplo, se produce el ronquido de una pareja. Estivill añade que «se ha descrito que el cerebro de una mamá con un recién nacido oye antes el llanto del bebé que el ruido de una tormenta». El doctor cita los trastornos metabólicos y en la regeneración de la piel, así como los déficit inmunitarios, como algunos de los males derivados de un descanso inadecuado.
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