EL ANÁLISIS: Cómo descubrir una vocación robusta

- ¿Cómo afecta a un joven seminarista un encuentro con el Papa como el de ayer?
–Los sacerdotes rezamos cada día por el Papa durante la misa. Pero cuando lo has conocido en un encuentro personal es distinto. Se parece a lo que sucede cuando relees la Biblia después de haber visitado Tierra Santa: tienes imágenes para asociarlo. De todas formas, creo que a los seminaristas mayores les beneficia más que a los menores. A veces hay vocaciones muy endebles en el seminario menor.

- ¿Cómo pueden asegurarse los formadores de un seminario de que una vocación es robusta?
–Las más firmes son las de chicos que vienen apoyados por su párroco, su comunidad de origen y la experiencia de su familia. Benedicton XVI nos pide dar una mayor formación espiritual, y por eso en un seminario, incluso menor, se pueden y deben celebrar laudes, vísperas, minutos fijos de oración personal. Si un seminario potencia estos aspectos, y los chicos se van, es que no tenían verdadera vocación.