Literatura

El Cairo

La novela de Mahfuz que provocó la ira integrista por César Vidal

 
 larazon

Creo recordar que «Hijos de nuestro barrio» fue lo primero que leí de Naguib Mahfuz, quizá antes de que le otorgaran el Nobel. Desde sus primeras páginas, Mahfuz me cautivó porque la novela era un intento de describir la Historia espiritual del hombre mediante su ubicación en un barrio de El Cairo. Una pareja, expulsada de la mansión paterna como Adán y Eva lo fueron del Edén, será sucedida en las generaciones siguientes por hijos que conocen a personajes equivalentes tras los que apenas se ocultan Moisés, Jesús o Mahoma. Sin salir de un barrio cairota se asiste al devenir de las revelaciones de un Dios que desea redimir al género humano. La obra –genial– provocó las iras de los integristas islámicos. De entrada, aunque Mahfuz intentaba disimularlo, Jesús resultaba un personaje atractivo que, en contra de la tradición islámica, era asesinado. Por si fuera poco, Mahoma no era presentado con los adornos del islam y por ello no era fácil considerarlo superior a Jesús. Los nombres estaban cambiados y Mahfuz podía alegar que la novela era objeto de una mala interpretación, pero resultaba fácil de comprender para el que conociera el mundo espiritual del islam. La genialidad de Mahfuz no se reducía a esa brillante ocurrencia. Estaba en sus descripciones, en su dominio del escenario, en su perfilado de los personajes. Con aquella obra me convertí en seguidor de Mahfuz, al que acabé leyendo en árabe. Fecundo como todos los grandes maestros, no alcanzó siempre las mismas cotas artísticas, pero fue uno de los mejores novelistas del siglo XX. Hace años, estuve sentado en el café que frecuentaba Mahfuz y tuve la sensación de que Adán aparecía por la puerta con los ojos empañados por el ansia de regresar al paraíso perdido.