Roma

Berlusconi ofrece cargos públicos a los diputados que pasen a su bando

La nueva formación agrupa a más de 100 parlamentarios para evitar que «Il Cavaliere» los fagocite.

Un oficial empuña su pistola mientras forcejea con un individuo en los disturbios del martes en Roma
Un oficial empuña su pistola mientras forcejea con un individuo en los disturbios del martes en Romalarazon

ROMA- La ofensiva supone un claro intento de absorber en su formación, el Pueblo de la Libertad, a los parlamentarios que cambiaron de chaqueta en la moción de censura y a aquellos de sus compañeros que quieran seguirlos. Berlusconi no ha tenido empacho en poner encima de la mesa cuál será la recompensa: puestos de responsabilidad en su Gobierno. No se trata de ninguna novedad: «Il Cavaliere» lleva utilizando esta técnica desde que desembarcó en la política hace dieciséis años. La experiencia le ha demostrado que casi todo rival tiene un precio.
Ahora la oferta va dirigida a los diputados de Futuro y Libertad para Italia (FLI), el partido de Fini, (al que le arrebató antes de ayer tres parlamentarios), a la formación centrista UDC e incluso a los antiguos democristianos que hoy militan en el Partido Democrático, la principal formación del centro izquierda.
Como reacción a la estrategia de Berlusconi, FLI, UDC y otras agrupaciones políticas menores anunciaron ayer el nacimiento del Polo de la Nación (PDN), en el que confluyen más de 100 parlamentarios de ideología centrista, liberal y conservadora. El objetivo oficial de esta unión es ofrecer una alternativa fuerte a «Il Cavaliere» sin necesidad de identificarse con la izquierda, aunque la motivación principal es evitar que el primer ministro siga fagocitándolos. Lo dijo bien claro Rocco Buttiglione, presidente de UDC: «O nos unimos todos o Berlusconi nos ahorca uno a uno».
Para evitar que la nueva criatura política sea una jaula de grillos, los fundadores del PDN han creado un órgano para coordinar sus acciones en la Cámara de los Diputados y en el Senado.
Pier Ferdinando Casini, líder de UDC, asegura que hablarán «con una sola voz», aunque no especificó de quién será esa voz. El nuevo Polo surge según sus fundadores como contraposición al bipolarismo ideológico italiano, pero cae en la disyuntiva que realmente importa en la política transalpina: o se está con Berlusconi o se está contra él.
Aparte de los problemas de liderazgo, crea dudas saber cómo hará el PDN para combinar el laicismo de Fini con el catolicismo militante de Casini. La Iglesia italiana, de hecho, no ve con buenos ojos que UDC, el partido que mejor defiende sus intereses, acabe poniendo su ideología por detrás de su ambición política.
La primera prueba para saber si el PDN será capaz de comportarse de forma unitaria y comprobar si Berlusconi sigue pescando en sus filas llegará la próxima semana con la moción de censura al ministro de Cultura, Sandro Bondi. Tras los continuos derrumbes en la joya arqueológica de Pompeya y su pésima gestión de la situación, la oposición pretende que Bondi deje su cargo. Fini asegura que su partido votará con la izquierda, aunque está por ver si no hay más diputados que le traicionan, como ya ocurrió el pasado martes.
Porque Berlusconi no dejará tan fácilmente que el ministro de Cultura, uno de sus hombres más cercanos, sea derrotado; no sin hacer antes todo lo posible para evitarlo.


La guerrilla urbana tendrá consecuencias
¿Había agentes o radicales de extrema derecha infiltrados entre los manifestantes el pasado martes? La principal formación de la oposición, el Partido Democrático, cree que sí, por lo que ha pedido al ministro del Interior, Roberto Maroni, que comparezca en el Parlamento para dar explicaciones. Lo hará el próximo viernes. La guerrilla urbana que vivió Roma tras superar Berlusconi la moción de censura dejó más de 100 heridos y causó daños materiales por valor de 20 millones de euros. El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, anunció ayer que el Ayuntamiento se constituirá como parte civil contra los responsables.