Crisis económica
Poca clase
He estado haciendo una improvisada encuesta sobre las bondades de la clase cara sobre la turista y he sacado algunas conclusiones apresuradas, innecesarias y que me vienen fenomenal para atizarle a los eurodiputados españoles. Ya se que eurodiputados hay ciento y la madre y que todos disfrutan de unas prebendas exageradas, pero a mí los que me ponen de los nervios son los míos, los patrios, a los que voto y a los que a lo mejor dejo de votar para siempre, quién sabe.
Mis conocidos, así, en general, aseguran que en los trenes no merece la pena apoquinar la lana en primera porque no te dejan tranquilo: cuando no te ofrecen una copa de cava (da igual la hora), te cascan un zumo de naranja de frasco; cuando no te muestran la prensa para que elijas (y resulta que ya llevas un ejemplar de todos los periódicos), te enseñan la revista «Paisajes» con carilla de «cójala, ande» en el justo instante en el que estabas a punto de echar un pegaíllo. Y ya, si hay comida, eso es un no parar, de tal forma que llegas al destino sin haber podido dormir y agotadita con tanto trajín.
Sobre el avión y la clase bisnes, en mi panda hubo bastantes no sabe-no contesta. No somos gente de perras y los vuelos transoceánicos los hacemos encajados y con vistas al ala, tapaditos con esas mantas tan rijosas que te dan las azafatas y mirando las bandejas del almuerzo como miran las vacas a los trenes.
Nuestros eurodiputados, sin embargo, son algo más caprichosotes, oigan. Hasta ahora, cobraban el equivalente al billete más caro de tarifa completa y ellos administraban ese dinero a su bola sin necesidad de justificantes, que ya es de traca. Ahora, lejos de admitir un recorte en sus sueldos y dietas, tampoco están dispuestos a volar en clase turista (en trayectos de menos de cuatro horas, ojo) porque no les da la gana. Después de levantarse una ola de asco y de mala uva entre el populacho, algunos de estos servidores públicos, los del PSOE concretamente, dicen estar dispuestos a cambiar su voto negativo por una abstención, que es ya rizar el rizo en la especialidad tocada de narices. No, miren, a veeeer, no se pongan Vds. así, que es que no aguantan una broma, no se preocupen, que, en vez de negarnos, nos vamos a encoger de hombros y que decida la mayoría.
Así que me voy de viaje pero en turista, naturalmente, un lugar magnífico donde se evita una coincidir con esta gentecilla tan maja.
✕
Accede a tu cuenta para comentar