Estados Unidos

Las personas con problemas de audición tienen más posibilidades de desarrollar una demencia

Las personas con problemas de audición tienen más posibilidades de desarrollar demencia con la edad que el resto de la población, lo que lleva a pensar que extender el uso de audífonos podría frenar el riesgo de desarrollar demencia, según un estudio de la Universidad Johns Hopkins, publicado en 'Archives of Neurology'.

Más de 600 hombres y mujeres participaron en esta investigación liderada por el cirujano Frank Lin, que ha demostrado que, cuanto peor oían estas personas, mayor era su riesgo de sufrir demencia. Esto no significa que se puede desarrollar una demencia si se tiene el oído dañado, pero "incrementa el riesgo", puntualiza Lin.


Los autores de este trabajo, realizado con fondos del Instituto Nacional de Envejecimiento, siguieron a los participantes, que se encontraban entre los 36 y los 90 años de edad, durante una media de 12 años. Todos se sometieron a un test de audición al inicio del estudio, pero no de demencia en ese momento. En general, el 9 por ciento de los participantes desarrolló algún tipo de demencia durante este estudio y la más común fue el Alzheimer.


Aquellas personas con pérdida leve de audición mostraron el doble de posibilidades de desarrollar demencia, en comparación con aquellas con una audición normal, incluso tras descartar la influencia de la edad y de otro tipo de factores. Este riesgo aumentaba hasta tres veces en aquellas personas con pérdida moderada de audición y hasta cinco veces en quienes mostraban daños severos de esta capacidad.


Lin reconoce que el motivo de la existencia de este vínculo no está claro y apunta tres posibilidades. Una de ellas es que la pérdida de audición y la demencia tienen una causa común desconocida.


Otra opción es que los mayores con problemas de audición enfrentan dificultades extras para manejar el declive de la función mental. La tercera hipótesis es que el aislamiento social y la soledad causada por la pérdida de audición podría potenciar la demencia.


Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el 17 por ciento de los adultos de este país tienen, en algún grado, un problema de audición. Además, las ayudas para mejorar la audición en la actualidad no están cubiertas por la mayoría de las compañías de seguros y el elevado coste podría explicar, en parte, por qué una minoría de personas con pérdidas de audición utiliza audífono.


"Tratar la pérdida de audición no va a dolerte, salvo quizá en el bolsillo", bromea Lin, quien, en la actualidad, desarrolla un ensayo para ver si tratar la pérdida de audición puede retrasar la aparición de una demencia. "Necesitamos estudiar cuál es el mecanismo exacto y necesitamos estudiar si las ayudas para mejorar la audición pueden tener un efecto en la aparición de demencias", concluye.