Autonomías
El 85% de los ciudadanos está orgulloso de ser español
Según un barómetro que el CIS ha publicado, de forma sorprendente, apenas unas horas después de que terminara el Debate sobre el Estado de la Nación, el 59,9 por ciento de los españoles define a España como su país, el 13,1 como una nación de la que se siente miembro, el 14,1 como un estado del que es ciudadano, el 9 como un estado formado por varias nacionalidades y regiones, y sólo un 2,2 un estado ajeno del que su país no forma parte.
El 84,8 por ciento de los ciudadanos se siente muy o bastante orgulloso de ser español, pero también, y en la misma proporción, de pertenecer a la Comunidad Autónoma en la que ha nacido.
Así se desprende del barómetro autonómico del centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público en la tarde del jueves y en el que se refleja también un aval mayoritario al Estado autonómico, aunque un 47,6 por ciento está muy o bastante de acuerdo en que las Comunidades han contribuido al desarrollo de los separatismos.
Este estudio se ha realizado con 10.500 entrevistas en 700 municipios de las 52 provincias españolas entre los días 23 de enero y 2 de marzo pasados.
De acuerdo con los datos, el 49,8 por ciento dice estar muy orgulloso de ser español y el 35 lo está bastante, frente al 8,2 por ciento que lo está poco y el 4,2 que no está nada orgulloso de esa condición.
Un sentimiento muy similar al que tienen respecto a la pertenencia a su Comunidad, y, así, el 84 por ciento se siente muy o bastante orgulloso de ser andaluz, balear, madrileño, catalán, o murciano entre otros gentilicios.
El 55 por ciento se siente tan español como de su Comunidad, y sólo el 4,3 por ciento se define nacionalista.
Preguntados por lo que para ellos representa España, el 59,9 por ciento responde que es su país, el 13,1 una nación de la que se siente miembro, el 14,1 un estado del que es ciudadano, el 9 un estado formado por varias nacionalidades y regiones, y sólo un 2,2 un estado ajeno del que su país no forma parte.
En cuanto a la relación entre la creación de las Comunidades y el fomento del separatismo, frente al 47,6 por ciento que está muy o bastante de acuerdo con ello, un 31,1 responde estar bastante o muy en desacuerdo, y son los territorios históricos los que de forma mayoritaria rechazan esa relación.
Así, sólo el 20,6 de los vascos dice estar muy o bastante de acuerdo con esa idea, a mucha distancia de los gallegos (37 por ciento), baleares (41,4) y catalanes (41,9).
Por contra, los aragoneses son los que en mayor medida relacionan autonomías y separatismo (66 por ciento), por delante de castellano-leoneses (60,4), melillenses (58,4), y castellano-manchegos (54,5).
El 47,9 por ciento subraya que la creación de las CC.AA ha sido algo mas bien positivo, y el 26,4 más bien negativo.
Son los vascos los que más valoran la constitución del Estado autonómico, ya que el 66 por ciento cree que su desarrollo ha sido positivo, seguidos de sus vecinos navarros (59,7), de los melillenses (59,6) y los ceutíes (59,2).
Más bien negativa ha sido para los castellano-leoneses (el 38,6 por ciento así lo piensa), los madrileños (35,3) y los aragoneses (35,2).
Para los que opinan más negativamente, el motivo principal que alegan es el aumento del gasto público que supone (para el 24 por ciento), el fomento del separatismo (el 16) o el aumento de las diferencias entre regiones (el 13).
La descentralización y el autogobierno, la gestión de "lo nuestro"y la defensa de la propia identidad, cultura e idioma son algunos de los motivos que resaltan los encuestados, que valoran como algo positivo la creación del Estado autonómico.
Cuatro de cada diez españoles está de acuerdo con la actual organización territorial, un 16 prefiere mayor autonomía que la actual, un 11 quiere menos, el 14 quiere un Estado central sin autonomías, y sólo un 6,5 prefiere que el Estado reconozca a las CC.AA la posibilidad de convertirse en estados independientes.
El 41,6 desea que se mantenga el grado de autonomía del que goza actualmente su Comunidad, pero el 31 preferiría que fuera mayor.
Para casi la mitad de los encuestados, el aspecto más destacable de la autonomía es la posibilidad de que los asuntos se administren de una forma más cercana al ciudadano.
El 67 por ciento defiende que no debe haber diferencias en servicios y prestaciones que ofrecen las Comunidades.
Para el 38,9 por ciento las relaciones entre el Gobierno central y el de su Comunidad son de enfrentamiento, mientras que un 27,4 las define como de colaboración y un 20 por ciento como de subordinación.
Ante las diferencias entre ambas administraciones, siete de cada diez apuesta por la negociación hasta que se llegue a un acuerdo.
Sólo el 20 por ciento califica de buena la gestión que ha realizado su gobierno autonómico desde las últimas elecciones, una proporción idéntica de los que la definen como mala, si bien el 47 por ciento la ve regular.
La corrupción está bastante extendida en la política para más de un tercio de los consultados, de los que el 39,4 la ve más presente en la política nacional, el 38,3 en la autonómica y el 34,8 en la local.
No obstante, seis de cada diez opina que en su Comunidad hay la misma corrupción que en otras regiones.
Existe un alto grado de conocimiento de la persona que ocupa la presidencia de su autonomía, ya que el 78 por ciento acierta, si bien sólo el 30 califica de buena o muy buena su gestión, el 36 por cierto la ve regular y el 22 mala o muy mala.
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