Barcelona
Miyamoto pasa de supernivel
El creador del clásico fontanero sube el listón con «Super Mario Galaxy 2»
Shigeru Miyamoto creó a Mario, el personaje de videojuego más famoso del mundo, en 1991, para el ya clásico «Donkey Kong» y, desde entonces, el mundo de los videojuegos no es lo mismo. Pero Miyamoto es mucho más que el padre del fontanero de ascendencia italiana. También es el responsable de Zelda, Nintendogs y del éxito de las consolas Wii y Nintendo DS, entre muchas otras genialidades. Y ahora, con «Super Mario Galaxy 2», demuestra por qué la Wii es la plataforma de nueva generación más vendida y una bofetada en la cara a todo aquel que ha creado un videojuego. Es la evidencia de que sólo la imaginación puede poner límites a la creatividad.
Una novia pánfilaUna vez más, la princesa Peach ha sido secuestrada por Bowser, lo que obligará a Mario a recorrer toda la galaxia en su busca. Es cierto que hace tiempo que alguien tendría que haberle dicho a Mario que, o bien invierta todas las monedas que recoge en un curso de defensa personal para la pánfila de su novia, o que se busque otra compañera de aventuras. Pero, independientemente de la escasa consistencia del argumento, la originalidad radica en el desarrollo de la aventura. Cada mundo que aparece en pantalla muestra detalles que no se habían visto antes en los videojuegos, haciendo que el jugador tenga que reinventar las normas cada vez que descubre una situación. Pero también es una muestra que para hacer un gran juego, sólo con espectaculares gráficos (que también los tiene) no es suficiente. Se necesita imaginación y jugabilidad a partes iguales.Es innegable el enorme talento que se encuentra tras la mente de Miyamoto, pero quien le ha dado una segunda vida a Mario es Charles Martinet, el actor que le pone voz al personaje. Mientras estudiaba Derecho, le recomendaron que tomara clases de interpretación para superar el miedo a hablar en público. Desde entonces ha participado en películas y series de televisión, pero también es el responsable de doblar a Mario, así como a Yoshi, Wario y Luigi. Martinet vivió unos años en Barcelona a principios de los 70. De aquella estancia le queda un más que correcto castellano y el gusto por nuestra gastronomía. En su reciente viaje a Madrid, este niño grande imbuido por el espíritu alegre y festivo de su alter ego explicó a LA RAZÓN cómo llegó a ponerle voz a Mario: «Un amigo me avisó de que se estaba celebrando una audición en Las Vegas y me animó a probar suerte. Le dije que era un profesional y que no iba a pruebas a las que no se me había invitado, pero finalmente acepté. Allí me pidieron que interpretara a un fontanero de Brooklyn y, desde entonces, me encargo de ponerle voz». Sobre el padre de Mario no tiene más que elogios: «Cada juego suyo te permite ver su genio. Él y su equipo se vuelcan en cada proyecto y eso es sinónimo de crear de obras maestras».
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