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Romney se la juega en Ohio

El ex gobernador de Massachusetts tiene poblemas para conectar con la clase trabajadora

Romney se la juega en Ohio
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El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney se acercó ayer a los votantes para atender a sus preguntas en un acto electoral en Columbus (Ohio), gran premio de las primarias del "Supermartes". Sabe que lo suyo son las distancias cortas y necesita hacer lo imposible para conectar con el electorado.

El precandidato republicano estuvo en su ambiente en un encuentro con menos de mil personas, mientras les aconsejó cómo mejorar sus cuentas corrientes, rentabilizar sus negocios y pagar sus deudas. "Equilibrar el presupuesto. Eso es lo primero", les explicó vestido en vaqueros y con las mangas de la camisa remangada.

Entre los asistentes, Owen Hasiy, de 24 años, indicó que "he venido porque quiero verle de cerca y comprobar si es diferente a lo que yo pienso". Otra joven le preguntó sobre la deuda de la universidad. Un hombre sobre el seguro sanitario, muy preocupado por tener una hija con síndrome de down y un hombre sobre las leyes de portar armas.

A pesar de que el candidato mormón ha estado estos días en Ohio, este fin de semana los "caucus"fueron en Washington, donde ganó Romney, que se hizo con el 36,7% de los votos. Mientras, el congresista de Texas Ron Paul acaparó el 24,5%, el ex senador de Pensilvania Rick Santoum logró el 24,4% y el ex portavoz de la Cámara de Representantes Newt Gingrich el 11,3%. Con todo, no se entregarán los delegados hasta mayo.

Santorum necesita una victoria en Ohio, mientras asegura que puede ganar al presidente Barack Obama en otoño porque apelará a los votantes de la clase trabajadora, conocidos como "blue collar"(cuello azul). Precisamente, Romney tiene problemas para ganar el favor de este sector del electorado republicano. Sin embargo, su ventaja en las encuestas ha desaparecido tras la derrota de Michigan.

El "Supermartes"se creó para nacionalizar el mensaje e intentar reducir la influencia del "síndrome Iowa", primera batalla electoral con gran influencia política, ya que sirve para presentar a los candidatos a las elecciones internas de cada partido.

Hasta este año, el "Supermartes"ha determinado la resistencia de cada campaña, ya que el candidato debe viajar en pocos días a varios estados, en este caso diez, y ser capaz de abordar los asuntos que importan a los votantes de cada lugar, que pueden ser política internacional, guerra o economía, de forma muy parecida a las elecciones presidenciales de noviembre.

El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Ohio Paul Beck pone en contexto las elecciones del martes: "Son muy distintas. Tenemos los 'caucus' de Alaska, Idaho, Wyoming y Dakota del Norte. Y no hay que olvidar que [el congresista de Texas] Ron Paul tiene una buena organización sobre el terreno para este tipo de batallas", explica.

En cambio, los estados del sur (Georgia, Oklahoma, Tennessee y Virginia) presentan diferentes escenarios. Georgia debería de ser del ex portavoz de la Cámara de Representantes Newt Gingrich; Oklahoma y Tennessee, muy religiosos, tendrían que elegir a Rick Santorum. Mientras, es imperativo para Romney ganar en Massachusetts, donde fue gobernador, y Vermont, otro estado de Nueva Inglaterra.

De esta forma, a un candidato con poca estructura de campaña y fondos limitados le ha resultado hasta ahora imposible afrontar el "Supermartes". En cambio, este año los "Super PACS"han cambiado las reglas del juego, y han logrado que políticos como Santorum y Gingrich sigan todavía en la pelea. Al contrario que Romney, apenas tienen estructura de campaña. Pero sus "Super PACS", con las donaciones de multimillonarios, les han hecho el trabajo sucio con graves ataques a sus adversarios, que les ha permitido seguir en la carrera.

Beck destaca que "el cómo le fue a un candidato ayer con sus 'Super PACS' será fundamental para ver cómo le irá mañana en las elecciones. Un ejemplo clásico ha sido Gingrich, con el magnate de los casinos Sheldon Adelson, para el que diez o veinte millones de dólares no son nada. Y en un futuro vamos a ver a más personas donar dinero contra un candidato en particular", pronostica. Esto lleva a la siguiente pregunta: ¿puede un multimillonario hombre de negocios comprar las elecciones?

El periodista Joe Hallett, del periódico "Columbus Dispatch", destaca que "todavía a mí me sorprende la relación que entre los candidatos y su 'Super PAC'. Cuando a Newt Gingrich le hace falta dinero, vuela a Las Vegas para pedírselo a cierto hombre rico de los casinos", advierte, en referencia a la necesidad de revisar la relación entre estos comités y los políticos, que supuestamente deben ser independientes.

El presidente del Partido Republicano de Ohio, Kevin DeWine, admite que "creo que sabremos el nombre del candidato republicano en primavera. En abril, estará más claro, cuando los ganadores acumulen todos los delegados de cada estado que gane", explica en referencia a que hasta ahora el reparto de delegados ha sido proporcional en algunos lugares. Precisamente, ésta fue la razón por la que hace cuatro años el actual presidente Barack Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, pelearon por alzarse con la nominación hasta junio de 2008.