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El BCE y Moody's acuden al rescate de la eurozona

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) es consciente de que el futuro del euro no depende de Grecia o Portugal, sino de Italia y España. La quiebra de los dos primeros ya está prácticamente descontada, a pesar de los planes de rescate –tres entre las dos economías–, y la salida de la economía helena de la disciplina de la moneda única, previo «default», se producirá en el medio plazo.

El BCE y Moody's acuden al rescate de la eurozona
El BCE y Moody's acuden al rescate de la eurozonalarazon

Madrid–Descartadas ya las ayudas a estos dos estados, los movimientos de compra de deuda de la institución que preside Mario Draghi en el secundario se centran ya casi exclusivamente en Italia y España. Después del severo recorte de rating de S&P sobre nueve de las diecisiete economías de la disciplina del euro –Francia, nuestro país ,la economía transalpina y Portugal, entre ellas–, el BCE tuvo que sostener a primera hora de la mañana los bonos de ambos países cuando las primas de riesgo se dispararon.
El movimiento de la institución llevó el diferencial del bono italiano con el «bund» germano desde los 509 hasta los 484 puntos básicos, mientras que la prima de riesgo de España pasó de los 356 a los 345 puntos en el mismo lapso de tiempo. La semana pasada, el BCE invirtió 3.766 millones de euros en sostener la deuda de ambas economías en el secundario, un 241% más que en los primeros cinco días de enero.
Poco después, la satisfactoria subasta de deuda de Francia y la decisión de Moody's de desmarcarse de S&P y mantener el rating triple A del país disipó los temores de los inversores y alivió la presión sobre los diferenciales. El Tesoro galo captó 8.590 millones de euros en letras a tres, seis y doce meses, y logró reducir el coste –interés ofrecido a los inversores–, en todos los vencimientos de la primera emisión de deuda desde la pérdida de la máxima calificación.

El resultado de la subasta francesa se reflejó positivamente en el mercado, que hizo caso omiso a la rebaja de rating de S&P. El bono galo a diez años se abarató un 1,43% respecto a la víspera y registró una importante demanda por parte de los inversores. Portugal, convertida ya en «bono basura» por S&P, registró un máximo histórico en su prima de riesgo y despidió la jornada en 1.264 puntos básicos, un 18,2% más que el viernes, ante la expectativa de que el país necesite más ayudas.

El BCE ya ha abandonado la deuda lusa a su suerte, ya que Portugal y Grecia son un pozo sin fondo y sus dirigentes son incapaces de cuadrar las cuentas públicas. El interés de la deuda griega a un año llegó a cotizar ayer por encima del 400%, es decir, que el mercado da por segura la quiebra de la economía helena en el corto plazo. Los bancos parece que no darán su brazo a torcer en la negociación de la quita de deuda, el país no podrá pagar y ni la UE ni el FMI están dispuestos a prestar más capital sin expectativas de recuperarlo jamás.

En renta variable, en una jornada «fría», los índices europeos registraron ganancias medias del 1%, a excepción del Ibex 35, que cerró plano. El euro no registró grandes cambios con el dólar.

Dos horas después del cierre de las bolsas del viejo continente, S&P contraatacó cumpliendo la amenaza del viernes y retiró la triple A al fondo de rescate europeo (ahora tendrá AA+), decisión que se deriva de la pérdida de la máxima calificación de Francia y Austria, dos de los máximos garantes del mecanismo comunitario.
Antes de que S&P realizara este movimiento, los dirigentes de toda la zona euro mostraron su rechazo a la labor de las agencias de calificación. El más elocuente fue Mario Draghi, del BCE, quien dijo que estas compañías han sufrido una «pérdida terrible de credibilidad» en esta crisis, por lo que ya no confía en ellas. El mercado parece que tampoco.

 

Bruselas tilda de «extraña» la rebaja de rating
Bruselas se encaró ayer con las agencias de calificación, esta vez por la rebaja masiva de S&P a nueve países de la eurozona, que calificó de «extraña» porque «se produjo tras varios acontecimientos positivos y reformas en estados clave en los últimos tres meses, como Francia, Italia o España», opinó el portavoz comunitario Olivier Bailly. Para crecer, la CE cree en «medidas orientadas al crecimiento», como dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy (en la imagen), informa Jorge Valero.