Irán

«Irán es un espejo que se ha roto en mil pedazos»

Bahiyyih NakhjavaniProfesión: escritora.Nació: en Uganda, de origen iraní, no quiere decir su edadPor qué está aquí: presenta «La mujer que leía demasiado» (Alianza).

«Irán es un espejo que se ha roto en mil pedazos»
«Irán es un espejo que se ha roto en mil pedazos»larazon

–La protagonista de su libro, una poetisa iraní, fue la primera mujer que se enfrentó a los poderes religiosos y rechazó el uso del velo. Hay que ser muy valiente para eso...
–Sí, vivió en el siglo XIX, pero me sirve de espejo para decir que la rigidez que sufrimos hace 150 años sigue vigente.

–...Y la represión

–Ser mujer en Irán no es nada fácil. Mire, en los últimos días, el régimen de Ahmadineyad elevó la edad de matrimonio de una mujer a los dieciséis, lo que es un avance, ya que cuando gobernaba Jomeini estaba establecida en los nueve años.

– Sin embargo...

– La mujer no tiene derecho a quedarse con la custodia de sus hijos, tampoco tiene derecho a salir sin el permiso de su marido, no tiene derecho a trabajar...

–¿Añoran los años de apertura del Shah de Persia?

–Yo sí, tenga en cuenta que su padre eliminó el uso del velo en 1936, lo que fue un gran avance. Pero tengo que decirle que las primeras que ejercemos la represión sobre las mujeres en Irán somos nosotras mismas.

– ¿Me lo puede explicar?

– Mire, cuando el Shah eliminó el uso del velo, muchas mujeres mayores, o jóvenes que vivían en zonas rurales, no querían salir de casa sin el velo. Es terrible decirlo, pero Irán estaba listo para la llegada de Jomeini. 40 años después, el velo volvió. Lo quitan y lo ponen pero nunca es por decisión nuestra, lo decide el poder.

–¿Me quiere decir que la modernidad en las costumbres que llegó con el Shah era una farsa?

–Sí, en la superficie las mujeres se pintaban los labios, vestían según los cánones occidentales, pero por dentro seguían llevando el velo. Es una cuestión mental.

– ¿Tiene esperanzas en la «Revolución verde»?

–No soy una profeta, pero le tengo que decir que Irán, ahora mismo, es un hervidero y la «Revolución verde» es la punta del iceberg.

–¿Ahmadineyad tiene las horas contadas?

–Insisto, no lo sé, pero sí le aseguro que Irán es un espejo que se ha roto en mil pedazos. El radicalismo islámico y el Estado son una combinación peligrosa porque nos priva de la libertad de pensamiento y la población termina rebelándose.

–... Y las mujeres

–Le aseguro que serán la punta de lanza de la rebelión.