Los niños sin tiempo para jugar

Madrid- La segunda edición del Juegorama de la popular firma Famosa, titulado «Un día en la vida de un niño», ha analizado las actividades de los más pequeños desde que se despiertan por la mañana hasta que se acuestan y el grado de participación de sus juguetes en ellas. Y es que el juego es un eslabón indispensable para su desarrollo emocional e intelectual durante los primeros años de vida, por lo que las disfunciones en este campo pueden acarrear consecuencias negativas para su personalidad y socialización en el futuro. Una primera conclusión es que el juego debe estar presente en la mayoría de momentos del día. Para la psicóloga infantil y juvenil Isabel Menéndez Benavente, «jugar es fundamental». No obstante, el principal problema radica en que los pequeños no suelen tener tiempo para el juego. La agenda de los niños apenas tiene huecos libres: duermen el cincuenta por ciento del día y un tercio están en el colegio, por lo que el tiempo que les queda para otros quehaceres es mínimo. Las actividades extraescolares y la alta exigencia académica a la que se los somete desde edades tempranas tampoco ayuda. Además, los niños han cambiado sus utensilios de juego, pues dos de cada tres se dedicann a jugar con las videoconsolas y el ordenador, actividades que, para Menéndez Benavente, «no les aportan nada». Los padres «no enseñan a jugar a sus hijos. Sólo están preocupados de que tengan más y mejores juguetes que el resto de niños», afirma. Así, la falta de juego ha provocado que «en los últimos diez años hayan aflorado enfermedades como el estrés, la ansiedad y la depresión infantil. Los niños no son felices y se sienten solos porque no interactúan con otros niños».