Lorca

El experto: Hay que ser prudentes por José Luis BARRERA

La Razón
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La actividad sísmica que se está produciendo bajo la isla del Hierro es bastante inusual. Desde el pasado mes de julio se han producido 7.800 pequeños terremotos de escasa magnitud provocados por la presión que ejerce el magma sobre la base del volcán. Las autoridades de la isla ya han puesto en marcha todos los mecanismos oportunos para que la población esté informada de cuáles son los pasos a seguir en caso de erupción. De momento hay que estar alerta, pero mantener la tranquilidad. El magma está provocando la rotura de rocas a gran profundidad, lo que, en principio, no es preocupante. De hecho, el seísmo más importante se produjo en la noche del pasado sábado, con una intensidad de 3,4 en la escala de Richter, y se ubicó a más de 15 kilómetros de la superficie. Este fin de semana ha sido especialmente intenso bajo la isla y se ha liberado mucha más energía que en los días anteriores. Esto podría ser un indicio de erupción, pero es poco significativo. Por ello, hay que vigilar estos movimientos de tierra. Sólo habría que tomar medidas en el caso de que se observara que los seísmos se van produciendo cada vez más cerca de la superficie y de una intensidad mayor, algo que hasta ahora no ha sido así. De hecho, el terremoto del sábado se produjo a más profundidad que los temblores anteriores. Los movimientos sísmicos que se producen en el archipiélago canario no tienen nada que ver con otros como el de Fukushima o el de Lorca porque no existen grandes placas tectónicas ni fracturas importantes. En todas las islas, la culpable de que la tierra tiemble es la presión ascendente del magma. La isla del Hierro es la más joven del archipiélago, que se formó de este a oeste. A diferencia de sus vecinas, no tiene antecedentes de explosiones volcánicas. El único suceso documentado data de 1793, fecha en la que supuestamente se produjo la erupción del volcán, pero que nadie vio. Varios vecinos notaron una actividad sísmica anormal en el noroeste de la isla, donde posteriormente se localizó una pequeña brecha con roca negra. En el caso de que finalmente erupcionara, queda descartada la desaparición de la isla y la formación de un tsunami que llegará a la costa este de estados Unidos, tal y como se ha venido especulando.

José Luis Barrera
Vicepresidente del Colegio de Geólogos