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París

Malaparte el odiado al descubierto

Es uno de los protagonistas más singulares del siglo XX, amado y detestado a partes iguales. Periodista, escritor, incluso director de cine, este simpatizante del fascismo que acabó siendo maoísta vuelve al primer plano gracias a este biografía definitiva de Maurizio Serra, que recupera material inédito del autor de «Kaputt»«Malaparte»Maurizio SerraTusquets551 páginas, 25 euros.

Mussolini en 1922. Aquel año tuvo lugar la marcha sobre Roma de los 30.000 camisas negras de Benito Mussolini, lo que le convertiría en primer ministro
Mussolini en 1922. Aquel año tuvo lugar la marcha sobre Roma de los 30.000 camisas negras de Benito Mussolini, lo que le convertiría en primer ministrolarazon

Epatante, exhibicionista, camaleónico, tránsfuga; de derechas, de izquierdas –ni de derechas, ni de izquierdas–, héroe (y antihéroe) protestante, católico.... Políticamente discutible. Moralmente traicionero... Cínicamente aferrado a cualquier carro –Mussolinni, Lenin, Stalin, Mao–... Frígido misógino; mujeriego compulsivo. Guerrero de salón, dandy a tiempo completo... Y no pocos han querido verle como una réplica de D'Annunzio o una suerte de Mishima occidental. Pese a lo dicho, pertenece por méritos propios a ese restringido grupo de autores europeos de la pasada centuria que aplicaron su talento para irritar a propios y extraños. Un escritor que, como Céline o De la Rochelle, atrajo las descalificaciones de la mayoría de los intelectuales coetáneos pese a que, tanto su vida como su obra son tan extremas y complejas como para eludir valoraciones apresuradas. Hay sobradas razones para discutir al personaje Malaparte, pero ninguna para negarle un lugar destacado entre los actores más singulares del siglo XX y mucho menos para restarle talento literario, gracias a obras como «Kaputt» o «La piel».

Curzio Malaparte –«Bonaparte hubo uno. Él empezó bien y terminó mal; yo empecé mal pero terminaré bien»–, necesitaba a gritos un biógrafo y ha encontrado el mejor: Maurizio Serra, quien, sin dejarse llevar por su figura camaleónica o los estereotipos que pesaban sobre él, ofrece abundante material inédito y novedosos testimonios para facilitar la comprensión de sus características, tanto literarias como humanas, que le hicieron brillante... A pesar de sí mismo.

La cárcel de Lipari
Kurt Erich Suckert (de padre alemán y madre lombarda, dado en crianza a unos pobres campesinos toscanos) se afilió en los años veinte al emergente Partido Fascista italiano, si bien en la Primera Guerra Mundial había combatido con el Ejército francés y su Legión Extranjera. Pese a ser considerado «la pluma más hermosa del fascismo», fue posteriormente expulsado de la organización por insólita, entonces, crítica a la ortodoxia de «il Duce», llegando a ser encarcelado y condenado a cinco años de confinamiento en las islas Lipari.

Como corresponsal de guerra irritó a los alemanes –entrevistándose con jefes nazis como Franck, gobernador-títere de Polonia, e incluso con Himmler– y después a los norteamericanos. En 1956 hizo un viaje a China y afirmó sus simpatías por el régimen comunista, y lanzando loas a Mao. En medio, le dio tiempo a construir una inigualable obra arquitectónica que firmó el arquitecto racionalista Adalberto Libera. Al final de su vida declaró su simpatía por el comunismo chino –no en vano, su mansión fue legada en herencia a la República Popular China y luego reclamada por su sobrino-nieto– y el catolicismo, tras haber sido protestante toda su vida. Un gran provocador que, además de escribir un magnífico texto sobre los horrores de la guerra («Kaputt») y otro sobre la miseria y la grandeza de la posguerra («La piel»), tuvo tiempo de abordar obras de teatro, dirigir la película «Cristo prohibido» que ganó el Premio Ciudad de Berlín o planear cruzar los EEUU en bicicleta esponsorizado por Coca-Cola).

Amén de afanarse media vida en trabajar la imagen que quería transmitir de sí mismo, consiguió resultar literariamente «moderno y consistente» –como refiere su biógrafo– al lograr una interpretación profética de la decadencia de Europa frente a los nuevos poderes URSS, EE UU, China– y las ideologías de masas: fascismo, comunismo, tercermundismo... Su Europa, tal y como aparece en sus más leídos libros, «se ha acabado, es un podrido continente. Está cubierta de gusanos».

Sobre el autor: Diplomático y escritor de origen italiano, Maurizio Serra es embajador de Italia en la Unesco en París. Con el presente título se alzó con el Goncourt de Biografía, el Premio Casanova, y resultó finalista del Prix de Biographie de L'Express-Lire
Ideal para... desempolvar los arquetipos de un hombre controvertido pero un gran escritor .
Un defecto: Incide en exceso en sus vaivenes políticos y emocionales, sin explicación psicológica pertinenente
Una virtud: La manera tan seria que tiene el autor de abordar la figura de Malaparte
Puntuación: 9