Barcelona

Adiós al efecto Ciutadans

Ciutadans fracasa. El partido revelación de las elecciones de 2006 no logra hacerse con su objetivo: conseguir un grupo propio. Tras colarse en el Parlament con tres diputados en la pasada legislatura, el partido liderado por Albert Rivera se mantiene pero se queda lejos de los cinco escaños deseados.

El candidato de Ciutadans a la Generalitat, Albert Rivera, emitió su voto por la mañana en el colegio electoral de la Garriga en Barcelona
El candidato de Ciutadans a la Generalitat, Albert Rivera, emitió su voto por la mañana en el colegio electoral de la Garriga en Barcelonalarazon

En la sede del partido en el Hotel Gallery, una mezcla de decepción y nervios, pero con la esperanza aún intacta ante los primeros escrutinios. «Te estás adelgazando por momentos», le comentó entre risas un militante a otro. «Para nosotros es importante consolidarnos como fuerza política», señaló el número cuatro por Barcelona, José Manuel Villegas, después de conocerse los resultados de las primeras encuestas.

Éstas le daban a Ciutadans entre dos y tres escaños. A nadie se le escapa que si Ciutadans podía crecer era en esta ocasión. Sin embargo, C's ha sido incapaz de arrastrar a un votante socialista cansado de tanta tregua al independentismo, a pesar de la caída del PSC. Rivera tampoco ha conseguido convencer a los simpatizantes indecisos del Partido Popular con su firme política lingüística. Parece que entre el electorado sigue sin quedar clara la línea política de Ciutadans.

Con el 98 por ciento de votos escrutados, el sueño de la formación se hacía añicos: tres diputados, los mismos que tenían, sin grupo propio. Rivera mantiene su asiento en el Parlament y le acompañarán María del Carmen de Rivera y Jordi Cañas como números dos y tres respectivamente. Dos caras seminuevas porque a pesar de ser un partido joven, su periplo en la política catalana no ha estado exento de conflictos. En 2009, Antonio Robles y José Domingo abandonaron las filas de Ciutadans después de que el partido aprobara ir en coalición con la ultraderechista Libertas a las elecciones europeas.

La ambigüedad de C's, a veces de izquierdas y otras de derechas, ha hecho mella no sólo en el seno del partido, sino también en su crecimiento a tenor de los resultados. Más que izar la bandera de la rebelión –el lema de la campaña era Rebélate– y lejos de progresar, Ciutadans se mantiene como partido residual. Por otro lado, Villegas consideró positivo que entren nuevas fuerzas políticas al Parlament, como Solidaritat Catalana.