Castilla y León

Los cocineros proponen el tapeo y los pinchos como una fuente de felicidad

Valladolid acoge su Concurso Nacional, consolidado como espacio de «creación»

Los miembros del jurado contemplan la inauguración del certamen que presidió el alcalde Javier León de la Riva
Los miembros del jurado contemplan la inauguración del certamen que presidió el alcalde Javier León de la Rivalarazon

VALLADOLID- Un año más, Valladolid se convertirá durante los próximos días en la capital mundial de la gastronomía. La Cúpula del Milenio acogerá la final del VIII Concurso Nacional de Tapas y Pinchos, en el que los 66 mejores cocineros de todas las comunidades autónomas lucharán para obtener el Primer Premio del certamen, que en esta ocasión está dotado con 6.000 euros.

Durante la presentación, el presidente y fundador de la Real Academia Española de Gastronomía, Rafael Ansón, destacó que la prioridad es que la gente que se acerque a la capital del Pisuerga «sea feliz» a través a la gastronomía.

Asimismo, defendió el valor de la tapa y el pincho como un espación de «creación y libertad» donde «el artista» pueda desarrollar «todo su ingenio para elaborar un plato de calidad».

«Símbolo de Unidad»
Rafael Ansón también destacó que Valladolid vuelve a ser «símbolo de Unidad», ya que acerca al público dos formas tan diferenciadas de hacer cocina, como el pincho que nació en el País Vasco y la tapa en Andaludía.

Además, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, que fue el encargado de presidir la inauguración, animó a los cocineros y turistas a qué «conozcan mejor una ciudad, «que estos días sólo tiene un objetivo, que os encontréis como en vuestra propia casa».

Sobre el certamen, el regidor prefirió esperar a la conclusión para valorar su repercusión en la economía de la ciudad, si bien afirmó que sólo las ocasiones que la iniciativa ha salido en los medios internacionales ya suponen entre ocho y diez veces más de los invertido.

Por su parte, el director del concurso, Luis Cepeda, informó de que recibieron 315 solicitudes de participación, que tras una «dura» selección se ha quedado en 66, de todas las autonomías.

En este sentido, explicó que el sabor será lo que el jurado más valorará de las propuestas, ya que «las cosas deben de estar muy ricas», por lo que se multiplicará por cuatro; después la originalidad, que se multiplicará por tres; la presentación de los pinchos, por dos; y la aplicación comercial, por uno.

Por último, Cepeda recordó que durante un periodo de tiempo máximo de 25 minutos, cada finalista preparará ocho reproducciones de su tapa para los siete miembros del jurado, más una testimonial para fotografiarse y exhibirse al público. Mediante votación individual y sucesivo escrutinio de los jurados permanentes, se elegirá al vencedor del concurso, así como dos subcampeones. Igualmente, se fallarán cuatro accésit al mejor concepto de tapa, a las principales expresiones de tradición y de vanguardia y a la mejor utilización de productos de proximidad.