«Cuernos» para inseguros

Si te he visto no me acuerdo y si la cosa no sale como se espera, idem. Por eso se es infiel. Porque las inseguridades se quedan en la cama del otro, junto con la vergüenza de un posible gatillazo y frustraciones varias. Así no hay que bajar la cabeza delante de la pareja.
Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por el Centro de Salud Sexual de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), el Instituto Kinsey y la Universidad de Guelph (Canadá). Según explica la principal investigadora, Kristen Mark, el punto común en ambos géneros es el no tener que preocuparse de las consecuencias de sus actos ni de los temores de un mal desempeño sexual. «La gente que experimenta estas prácticas podría buscar situaciones de riesgo para vencer problemas de excitación o sentir menos presión para impresionar a alguien fuera de su relación». Porque un nuevo compañero no tiene por qué conocer ni su historia sexual ni sus posibles problemas de funcionamiento. De ahí que los investigadores hallaran que los hombres a los que les quita el sueño los problemas de impotencia y eyaculación precoz, tienen un seis por ciento más de probabilidades de caer en tentaciones, frente al ocho por ciento en el caso de las mujeres preocupadas por su habilidad para excitarse y alcanzar el orgasmo.

No obstante, del trabajo, en el que participaron cerca de mil personas (506 hombres y 412 mujeres) también se desprende que, aunque en lo que a poner cuernos se refiere estamos casi a la par (23 por ciento de ellos y 19 por ciento de ellas) hay otras causas importantes a tener en cuenta y que siguen marcando ciertas diferencias: Léase, que mientras que a las féminas les mueve más el hecho de no estar felices con su relación y sentir que no comparten los mismos pensamientos sobre el sexo, ellos siguen rigiéndose por el patrón de la excitación.
Por su parte, Silvina Valente, miembro del comité de jóvenes de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología, argumenta que «en parte es real que la atracción física tienta a los hombres, pero las mujeres, además de la insatisfacción, se están atreviendo más por el aburrimiento de la pareja y de lo cotidiano».
Para esta sexóloga, lo importante es tener claro el concepto. «El término infidelidad no implica que la pareja de base está mal o frente a una ruptura o una crisis, muchas veces el amor está intacto y según los valores de las personas se opta por vivir una experiencia diferente, inclusive hay parejas que practican poliamor o "swinggers"y no consideran estas prácticas como infidelidades».

Terapéutico
Por su parte, Kristen Mark concluye que los resultados obtenidos con este trabajo pueden usarse con fines terapeúticos. «Las conclusiones que conciernen características de personalidad sexuales podrían ayudar a estas personas a evitar situaciones potencialmente aventuradas».