Castilla y León

Enfermos de diabetes piden educadores para los hospitales y los centros de salud

Enfermos de diabetes piden educadores para los hospitales y los centros de salud
Enfermos de diabetes piden educadores para los hospitales y los centros de saludlarazon

VALLADOLID- La Federación de Asociaciones de Diabéticos de Castilla y León (Fadcyl) reclama educadores en diabetes, con formación reglada y continuada, en todos los hospitales y en el máximo posible de centros de salud de la Comunidad, para informar y formar sobre una enfermedad que afecta al 12 por ciento de la población, pero que sólo tienen reconocida un 8,5 por ciento de los castellanos y leoneses.

La presidenta de Fadcyl, Belén Bernal, asegura que «es clave que haya esta figura, para guiar a adultos y en pediatría, para que se dé una educación adecuada a diabéticos de tipo 2». En este contexto, remarca que «es clave que el personal sanitario informe y forme a la persona que sufre la diabetes y también que ésta sea responsable de su enfermedad, que sepa cómo gestionarla». A su entender, esta detección temprana de la patología y la buena educación diabetológica, «supone ahorrar mucho dinero a largo plazo».

En otros ámbitos también hay problemas, como el escolar. Según expone Bernal, cuando un menor con diabetes de tipo 1- la denominada infantojuvenil, que azota a personas de hasta la treintena-, ha de recibir medicación, «surge el contratiempo de que el padre o la madre ha de disponer de tiempo, incluso abandonar el trabajo, para poner la insulina al hijo, a no ser de que en el centro haya algún profesor con buena voluntad», afirma.

Control de la enfermedad
En España, por cada caso de diabetes no controlado de diabetes tipo 2 se deriva un coste anual para la Sanidad de 2.132 euros, mientras que si el paciente tiene controlada la patología, supone un desembolso para las arcas públicas de 883 euros.

Un hecho que Belén Bernal argumenta de una manera clara: «una persona mal controlada puede tener complicaciones. La primera y más frecuente: el ingreso hospitalario, con lo que sabemos que cuesta actualmente una cama en un hospital». Pero, añade, «ya no sólo afecta a su calidad de vida, dado que puede sufrir una amputación, o una retinopatía diabética, o incluso un infarto... hay muchas complicaciones derivadas de la diabetes, por lo que hay que invertir para evitar o retrasar en lo posible esos problemas de salud, que inciden en el sistema sanitario».

Mejores hábitos
«Los hábitos de vida por supuesto que inciden en el desarrollo de esta enfermedad», sentencia Bernal, quien señala que con una alimentación equilibrada, evitando el tabaco, controlando la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia o los trigliocéridos, se puede actuar de manera contundente para rebajar el riesgo de padecer la diabetes mellitus. «Con sólo 30 minutos de ejercicio, por ejemplo pasear, se puede hacer mucho», añade la responsable federativa.
Pero, esta enfermedad crónica avanza imparable. De hecho, según datos globales de la Federación Internacional de la Diabetes, en 2007 había 246 millones de afectados en todo el mundo, pero serán 380 millones en 2025.

En un territorio con una población cada vez más envejecida, como es el caso de Castilla y León, este problema de salud seguirá abriéndose paso, salvo que llegue una cura que parece casi utópica a día de hoy. Así, la cifra de enfermos entre el colectivo de mayores de 80 años indica que dos de cada diez personas padece diabetes, mientras que el 15 por ciento de quienes han superado los 65 años, también la sufre.

 

Detección simple y al alcance de nuestra mano
Las causas de la diabetes tipo 2 (mellitus) no se conocen con exactitud, pero sí se sabe que esta patología no es resultado de comer o de beber mucho ni de tener kilos de más. No obstante, tres son las causas de riesgo más habituales para padecerla: obesidad abdominal, colesterol y tensión alta. Más de 220.000 castellanos y leoneses la padecen, aunque un 3,5 por ciento de ellos no lo sabe. Su detección es tan sencilla como realizarse un pequeño picotazo en la yema del dedo, manchar una tira y ver qué indicador aparece. Lo que se denomina una glucemia.