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El Palacio de Kensington restaurado reabre sus puertas al público

El palacio de Kensington reabrió hoy sus puertas al público, tras permanecer cerrado dos años por unas tareas de renovación, con una exposición de cinco vestidos de la fallecida Diana de Gales y una muestra sobre la vida de la reina Victoria.

El histórico edificio ha sido sometido a obras de restauración que han concluido este año, justo a tiempo para el Jubileo de Diamantes de Isabel II, los 60 años de la llegada de la reina de Inglaterra al trono.


La visita al palacio de Kensington, que fue construido en 1605 y adquirido por el rey Guillermo III en 1689, costará 14,50 libras (17,3 euros) y será gratuita para los menores de 16 años.
Pegado al Hyde Park, el palacio fue residencia de varios miembros de la realeza, entre ellos la princesa Margarita, hermana de Isabel II, y la princesa Diana, que vivió con sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique.


Las personas que hoy se acerquen a visitarlo podrán contemplar algunos de los vestidos de gala que vistió Lady Di y que recuerdan importantes momentos de la exesposa de Carlos de Inglaterra en su vida pública.


El público podrá ver el vestido negro sin tirantes, del diseñador británico Emanuel, que Diana llevaba en 1981 el día de su compromiso oficial con el príncipe de Gales. Otros dos fueron obra de la francesa Catherine Walker, la modista favorita de Diana: uno de color marfil y un segundo en tonos fucsia y púrpura.


La muestra también incluye un elegante vestido de cóctel, de seda negra, diseñado por Gianni Versace, que la princesa llevó al estreno de la película "Apollo 13"en Londres, así como un traje de cóctel blanco y negro que Diana lució en múltiples ocasiones.


El palacio invita también a recorrer la vida de la reina Victoria (1819-1901), la monarca que más años ocupó el trono británico, a partir de una exposición de más de 300 objetos personales y una selección de fragmentos de sus diarios.


Con el título "Victoria Revealed"(Victoria revelada), la muestra rememora su llegada al palacio con pocos años de edad, su primera cita con el príncipe Alberto (1819-1861), que se convertiría en su marido, la boda de ambos y el fallecimiento temprano del rey, que sumió a la soberana en un luto de por vida.


Entre las modificaciones realizadas en los últimos dos años, que han supuesto un coste de 12 millones de libras (unos 14,5 millones de euros), destacan la restauración de una estatua de la reina Victoria y la reestructuración de los jardines adyacentes para crear una gran entrada desde el estanque Round Pond.