Bruselas

Más UE para salvar el euro

La Razón
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El temporal de la crisis del euro dejó ayer a España con la prima de riesgo batiendo un nuevo récord negativo al cerrar en los 432 puntos, mientras los índices de la Bolsa acabaron en Madrid la sesión con pérdidas del 2,15%. La nueva tormenta amenazaba ya con descargar desde la crisis italiana y, aunque en las primeras horas de la jornada la Bolsa de Milán respondía al alza tras la marcha de Berlusconi, los índices no tardaron en darse la vuelta y hundirse en el rojo. No han resistido el nuevo ataque de unos mercados financieros que, aunque en menor medida, comenzaron a fijarse en la deuda de Francia, que sufre los primeros repuntes en su prima de riesgo.

La profundidad de la crisis ha puesto de nuevo en evidencia a la UE y ha recordado que, en la construcción del mercado único, se actuó ciertamente con exceso de optimismo. Se aparcaron entonces para mejor ocasión, o directamente no se tuvieron en cuenta, cuestiones polémicas que habrían rebajado extraordinariamente la gravedad de la actual crisis. Porque hoy sabemos que el verdadero peligro al que se enfrenta Europa procede de su propio interior, de la falta de credibilidad de unos gobiernos que, o bien han maquillado directamente sus cuentas públicas –Grecia– , han desviado la atención y demorado las medidas precisas contra la crisis –Italia– o, sencillamente, como es el caso de España, comenzaron negando la realidad por cuestiones partidistas y tardaron luego en aplicar los primeros e insuficientes planes de choque. Todo ello bajo el común denominador de provocar una alarmante falta de confianza en los mercados que ahora se debe recuperar con sacrificios y, a decir de la Comisión Europea, con nuevas cesiones de soberanía en materia económica como única forma de salvar la moneda única y, con ella, a la Europa unida.

Como ha advertido Mariano Rajoy, sólo el proceso electoral, con la inminencia del cambio que apuntan las encuestas, nos ha salvado hasta ahora de seguir los mismos pasos de Italia hacia el abismo de la quiebra, aunque no de sufrir el nuevo zarpazo de los mercados. La gravedad de la situación ha bastado para que, en plena campaña, sean frecuentes los contactos entre el líder de la oposición y el presidente del Gobierno y su vicepresidenta económica, con el fin de coordinar una respuesta española en Bruselas. No es la primera vez que Gobierno y oposición presentan al exterior un frente unido: gracias a los votos del PSOE y del PP se pudo establecer en la Constitución la limitación por ley del déficit presupuestario como forma de ganar confianza y aportar más credibilidad a nuestra economía. Por eso insiste la canciller alemana, Angela Merkel, en que la Unión debe dotarse cuanto antes de una disciplina presupuestaria eficaz, lo que supone sanciones a quienes la incumplan. Parece ser la única forma de aportar seriedad al conjunto de las cuentas públicas de los estados que conforman la Unión. Porque la ausencia de estas garantías nos ha llevado a poner en peligro la moneda única y, en palabras de la canciller, a colocar a la UE « probablemente en su hora más difícil desde la Segunda Guerra Mundial».