Barcelona

Los extranjeros empujan el turismo de verano

Los hoteleros destacan que los visitantes mantienen las vacaciones, aunque con estancias más cortas

Las playas de Barcelona se están llenando en los últimos días
Las playas de Barcelona se están llenando en los últimos díaslarazon

BARCELONA- Cataluña está capeando bien la crisis este verano a nivel turístico con unas cifras de ocupación que se mantienen más o menos igual en las cuatro provincias que el año pasado, especialmente en el ámbito hotelero. Todos los patronatos y asociaciones de turismo coinciden en señalar que han sido las visitantes extranjeros los que han mantenido viva la temporada. Los problemas económicos que sufre el país han provocado un importante descenso de turistas nacionales. No obstante, el sector confía en este agosto para cuadrar los números.
Verano es tiempo de playa y las cifras de ocupación de julio se han mantenido en la Costa Brava y la Costa Daurada, respecto al mismo mes de 2011, mientras que las previsiones para este agosto son buenas. En el litoral tarraconense se prevé una reserva de plazas hoteleras del 94 por ciento, mientras que en la Costa Brava será del 90 por ciento. Por lo tanto, aún quedan plazas en las playas de ambas costas.

El sector aguanta
Son diversas las tendencias turísticas que está marcando la crisis. Una es que muchas personas deciden sus viajes a última hora, lo que complica las previsiones. Otra característica de este verano es una menor estancia de los clientes en hoteles, cámpings, apartamentos turísticos y casas rurales, pese a que los precios no se han encarecido. Teniendo en cuenta estas premisas, el verano turístico catalán ha resistido.
Desde el inicio del verano, la provincia de Barcelona ha registrado un 80 por ciento de ocupación hotelera. En el primer semestre la capital catalana recibió 60.000 turistas más que en el mismo periodo de 2011, y en parte se explica al importante auge de visitantes de los llamados países emergentes, China, Rusia y Brasil, que han incrementado un 55 por ciento sus viajes a Barcelona. Una cifra que contrasta con el descenso del 3 por ciento de visitantes del resto de España.
Fuentes de Turisme de Barcelona explican a LA RAZÓN que «con la crisis cada vez se nota más la diferencia entre los turistas de clase alta y los "low cost", que ahora están viniendo menos». La tendencia de este verano seguirá la de 2011, cuando creció en 124 euros el gasto medio de cada visitante. Esta cifra se mantiene por la citada afluencia de viajeros con recursos económicos. «Marcas como la Sagrada Familia, el Barça y Ferran Adrià nos ayudan mucho», aseguran desde este organismo.
Los turistas extranjeros mantienen la ocupación en el litoral tarraconense y gerundense. El gerente del patronato Costa Brava Centre, Martí Sabrià, explica que «se ha mantenido la ocupación de 2011 y todo puede aumentar con las contrataciones de última hora», antes de añadir que el grave incendio del Empordà «no ha provocado una gran afectación».
Sabrià destaca que los hoteles de la Costa Brava «se mantienen por una clientela fiel», pese a que se ha reducido la estancia media en estos establecimientos. Por nacionalidades, se mantiene la presencia de franceses, holandeses, belgas y británicos, entre otras nacionalidades.
Hasta el 15 de julio la ocupación de hoteles este verano en la Costa Daurada de Tarragona ha sido del 84 por ciento, cuatro puntos más que en el mismo periodo de 2011. En los cámpings ha sido del 56 por ciento. El gerente del patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, Octavi Bono, explica a este diario que «el turismo rural nos hace sufrir más, pero en hoteles y cámpings estamos manteniendo unas cifras similares a las del año pasado, aunque con un ligero descenso de las pernoctaciones en los hoteles».
Por su parte, el director del patronato de Turismo de Lleida, Jordi Blanc, afirma que «las pernoctaciones de españoles han bajado un 20 por ciento», aunque celebró que los extranjeros «han subido un 26 por ciento». Hasta mediados de julio los hoteles de Lleida registraron una ocupación del 70 por ciento, unas cifras que, según Blanc, «nos dejan satisfechos, se parecen a las de 2011, y nos temíamos una campaña mucho peor». Según dijo, «la cercanía del Tour de Francia y la celebración de los Sky Games nos han ayudado». Pese a tener menos tirón que la playa, los deportes de aventura tienen tirón.


EL CRECIENTE TURISMO RUSO SE AFIANZA EN EL LITORAL CATALÁN
Cataluña está notando más que nunca este verano el auge de visitantes de países emergentes como Brasil, China y, muy especialmente, Rusia. Son economías cada vez más fuertes que aparentemente no notan mucho la crisis y que están aumentando progresivamente su presencia en el territorio catalán. Brasileños y chinos parecen decantarse por limitarse a visitar Barcelona, pero los rusos buscan más sol y playa. El gerente del patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, Octavi Bono, explica que la Costa Daurada «es la zona de España con más visitantes rusos». En parte, y frente al estancamiento de alemanes, ingleses y franceses, los turistas rusos están salvando la temporada veraniega en la citada zona. Es un fenómeno que lleva años gestándose y que está eclosionando este verano. Lo mismo sucede en la capital catalana, por lo que Turisme de Barcelona valora muy positivamente la cada vez mayor diversificación del mercado turístico. En Girona, la presencia rusa destaca en Lloret de Mar y Platja d'Aro, donde, según Costa Brava Centre, «están desembolsando cantidades importantes de dinero».