«Lolo» y los jóvenes por José María ALIMBAU

La casa de Manuel Lozano Garrido estaba situada frente al Instituto de Linares. Un profesor animaba a los estudiantes a que le visitaran. «Lolo» estuvo sentado en una silla de ruedas, paralítico y con grandes dolores, durante 28 años. Su beatificación será el 12 de junio. Estará presente su hermana Lucy, que le cuidó. Aquellos jóvenes afirman que: –«Al subir las escaleras de un tercer piso, sin ascensor, lo hacíamos cansinos, con temor. Después las bajábamos saltando y contentos».–«Entrábamos con recelo y salíamos con nuevo vigor».– «Llegábamos con aprensión y partíamos con ganas. Íbamos temerosos y marchábamos cantando».–«Iba yo a ayudarle y él me ayudaba a mí. Pensaba animarle y era yo quien recibía ánimos de el».–«Iba a confortarle, y era él quien me confortaba a mí».–«Los únicos problemas de que se hablaba eran los míos; los de él no existían. Si lo hacía, era en tono jocoso».De trato dulce, verle alegre y contento ya ayudaba.