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Unos 70 desempleados marroquíes amenazan con un suicido colectivo si no son contratados

Unos 70 desempleados marroquíes han amenazado este viernes con cometer un "suicidio colectivo"en la ciudad de Benguerir, en el sur del país, si el monopolio estatal responsable de la producción de fosfato, OCP, no les contrataba, según han confirmado autoridades locales.

Estos parados intentaron llegar hasta las canteras de la OCP cargados con explosivos, lo que obligó a la Policía a intervenir. Las fuerzas de seguridad han arrestado a seis personas como sospechosas de instigar la protesta.

El incidente llega después de que cuatro diplomados en paro se prendiesen fuego en la capital marroquí, Rabat, en una muestra de la creciente tensión social que se respira en el país entre quienes no encuentran trabajo. Hace un año, una acción similar de un vendedor de verduras tunecino desató la ola de revoluciones conocida como 'primavera árabe'.

Un tribunal de la localidad de Safi, en la costa atlántica, condenó este viernes a diez personas a cuatro años de cárcel y al pago de multas por quemar instalaciones públicas y atacar a la Policía durante las manifestaciones por el empleo que tuvieron lugar en agosto. Entre los condenados figura el activista Abdeljalil Akadil, miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y que habría sufrido torturas durante los tres días posteriores a su detención.

Según las últimas cifras oficiales, la tasa de desempleo entre los jóvenes marroquíes menores de 34 años es del 31,4 por ciento. Además, alrededor de un cuarto de los 33 millones de habitantes de Marruecos vive bajo el umbral de la pobreza.